La diabetes es una enfermedad crónica y progresiva que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
A nivel general, esta patología puede provocar accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, insuficiencia renal y daños en los ojos que pueden ocasionar baja visión e incluso, ceguera.
“En el ámbito visual, la diabetes trae varias complicaciones en la retina periférica donde se pueden presentar hemorragias, cambios vasculares, edemas maculares. Esto deriva en graves afectaciones visuales que influyen en la disminución de la agudeza visual y ceguera permanente”, señala el Dr. Hugo Salcedo, oftalmólogo especialista en retina de la Clínica Andes Visión. En el contexto del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra en noviembre, y con el objetivo de generar una mayor conciencia sobre el tema, el doctor Salcedo brinda detalles sobre las enfermedades diabéticas del ojo, así como las medidas que se deben tomar para evitar que éstas progresen.
Sobre las afectaciones visuales asociadas a la diabetes:
- Retinopatía diabética: Consiste en un daño a la retina que afecta completamente a la visión, por tratarse de un tejido muy importante en el ojo. La retina cumple una función fundamental en el proceso de la visión, sus células nerviosas ayudan a convertir la luz en impulsos eléctricos, los cuales son llevados por el nervio óptico al cerebro, mismo que los interpreta como imágenes visuales.
La retinopatía diabética daña los pequeños vasos sanguíneos dentro de la retina debido a la muerte y pérdida celular, lo cual engrosa la pared de los vasos. Igualmente, la forma y concentración de las células sanguíneas se alteran, aumentando la consistencia de la sangre que genera fugas por mayor permeabilidad de los vasos y obstrucción de los mismos. Las zonas que pierden irrigación por parte de los vasos que se han obstruido, estimulan la formación de vasos con formas y localizaciones erróneas.
Al inicio, esta patología produce cambios vasculares sin síntomas marcados, pero a medida que avanza el paciente nota moscas flotantes y puede presentar sangrados internos que acaban dejándolo ciego.
- Edema macular: La mácula es una parte de la retina especializada en la visión fina de los detalles, sirve entre otras cosas para leer, conducir o distinguir los rostros de las personas. La diabetes causa la hinchazón de la mácula, lo que produce que se pierda la definición de la visión. Cuando ésta se altera, hay pérdida de agudeza visual y dependiendo de dónde se encuentra se puede presentar distorsión visual. Por ejemplo: en lugar de ver líneas rectas el paciente las ve curvas o con falta de continuidad.
- Catarata: Se da por el envejecimiento natural del cristalino, produciendo opacidad o pérdida de la transparencia de esta parte del ojo que es su lente natural y que se ubica detrás de la pupila. El mayor diferencial entre una catarata “común” y una producida por “diabetes tipo 1” radica en el rango de edades. La catarata por diabetes se presenta en edades tempranas comprendidas entre los 20 y 30 años. Esta también puede provocar ceguera.
- Glaucoma neovascular: Es una complicación tardía de la retinopatía diabética que consiste en la formación de nuevos vasos en el sistema de drenaje y se evidencia una elevación de la presión intraocular que afecta al nervio óptico. Esto puede dejar al paciente ciego de manera irreversible. Se puede comprometer su visión periférica.
Sobre sus causas y principales síntomas
Se conoce que el diabético tipo 1 o insulino dependiente (quien nunca llegó a producir insulina) es más riesgoso porque presenta complicaciones visuales a edades tempranas y tendrá más tiempo la diabetes que aquellos que adquieren la enfermedad (diabéticos tipo 2 o insulino resistente que abusó de su propia insulina por mala alimentación y malos hábitos).
De acuerdo a especialistas, el 80% de los pacientes presenta cambios en la retina a los 10 años de haber sido diagnosticados con diabetes; y el 100% a los 20 años.
Entre los síntomas más comunes de los efectos de la diabetes en la visión constan:
- Disminución y/o distorsión de la agudeza visual.
- Presencia de manchas o “moscas flotantes”.
- Hemorragias intraoculares.
- Destellos de luz, este síntoma es muy importante porque indica el desprendimiento de la retina.
- La visión empieza a perder claridad como si una nube gris oscura cubriera cada imagen. Estas manchas por lo regular aparecen en ambos ojos y es un factor que indica que hay una hemorragia.
- Visión inestable a consecuencia de las subidas y bajadas del nivel de glucosa en la sangre, por esta razón la salud visual puede cambiar de un día para otro, es decir un día ver muy bien y al siguiente ya tener nubosidades.
- Otra señal es cuando el paciente diabético ve borroso al momento de leer sus textos y empieza a perder claridad y su visión central se ve afectada.
- Para los pacientes que se inyectan insulina, un factor muy determinante para saber que algo pasa con su visión, es cuando no avanzan a ver las líneas o números dibujados en la jeringa.
- Esta pérdida de visión tan irregular, hará que el diabético no pueda distinguir de manera sencilla el tamaño de los objetos.
- La dificultad al momento de caminar porque no logran distinguir la distancia entre la vereda y la calle, constituye un verdadero peligro para el paciente.
Sobre los cuidados visuales en pacientes diabéticos
El inadecuado y/o tardío control diabético es el causante de las complicaciones a nivel general en el organismo. “La clave es la prevención porque la diabetes no es una enfermedad destinada a la ceguera. Esta es una enfermedad manejable y que le permite al paciente tener una buena calidad de vida si sigue las recomendaciones del médico tratante”, expresa el Dr. Salcedo. Asimismo recomienda lo siguiente:
- Es fundamental el control sistémico de un médico endocrinólogo y del oftalmólogo especializado.
- El paciente diabético debe realizarse exámenes oftalmológicos anuales. Cuando se encuentran daños, el control debe ser mucho más frecuente.
- Tener controles estrictos de glicemia (concentración de glucosa libre en sangre, suero o plasma sanguíneo).
- Realizar ejercicio regularmente.
- No fumar.
- Tener una dieta saludable. El especialista resalta que se deben tener cambios culturales en la alimentación para saber qué y cuándo se debe comer. Tener una alimentación equilibrada, evitar excesos en azúcares y no abusar de los carbohidratos.
- Tomar al pie de la letra los medicamentos recetados por el doctor tratante de su diabetes.
- Si ha disminuido la visión por la diabetes, debe revisar sus niveles de glicemia que pueden estar muy altos o bajos. Inmediatamente debe acudir al oftalmólogo para descartar algún sangrado a nivel del vítreo o presencia de edema macular.
Sobre los exámenes y tratamientos a nivel visual:
El paciente apenas conoce de su diabetes debe acudir al oftalmólogo sin esperar que haya síntomas. Posteriormente debe visitar al doctor una vez al año y si tiene otros factores oculares, las visitas serán más frecuentes.
Entre los exámenes esenciales que se deben realizar constan:
Fondo de ojo: Es el examen más importante porque permite evaluar la retina y ver la evolución de la diabetes a nivel ocular. Es clave incluso para pacientes que desconocen su diabetes porque los cambios que se ven a nivel de la retina, dan alertas para que se remita al médico internista o endocrinólogo para afirmar o descartar una diabetes.
Agudeza visual: Es la prueba que se realiza para identificar letras de diferente tamaño en una gráfica desde una distancia de visualización específica, lo cual permite validar la nitidez de la visión del paciente.
OCT Macular: Examen especializado que evalúa las características de la mácula, su grosor y todas sus capas. Determina si presenta inflamaciones o degeneraciones de la misma.
En la actualidad, hay una gran variedad de tratamientos que pueden ayudar al paciente a tener una mejor calidad de vida y llevar un manejo controlado de las enfermedades del ojo asociadas a la diabetes:
- Tratamiento láser a nivel de la retina: El láser “Argon” disminuye la demanda metabólica de la retina que está elevada por la diabetes. Es un proceso ambulatorio que puede presentar dolor en la periferia extrema de la retina. Una sesión dura 5 minutos, y si el oftalmólogo lo ve necesario, realizará más sesiones hasta obtener una mejoría.
- Inyecciones intravítreas Anti-VEGF (vascular endothelial growth factor): Se aplican inyecciones dentro del ojo de medicamentos anti formadores de moléculas de endotelio con el fin de reducir las hemorragias. Ayuda a la eliminación de vasos anormales y eso disminuye los sangrados. Duran 1 mes (se ponen mínimo 3 dosis al mes y se valora al paciente).
- Implantes de dexametasona: Se inyectan dentro del ojo para combatir la inflamación producida por la diabetes (cuadro inflamatorio). Se quedan dentro del ojo y se consumen poco a poco durante 6 meses que va liberándose el medicamento.
- Vitrectomía: Es una cirugía en la cual se ingresan pequeños aparatos al interior del ojo para eliminar el vítreo (gelatina interna del ojo) que está lleno de sangre. A la par si se ve desprendimientos de la retina, se repara a la vez. La sangre no se ve a simple vista, no se debe confundir con un ojo seco o conjuntivitis que muestra el ojo inflamado de color rojo.