Dos niños de 12 y 13 años fueron hallados decapitados en su casa de Lancaster, en el condado de Los Ángeles (California, EE UU) por bomberos que acudieron por una alerta de una posible fuga de gas.
Según informa Los Ángeles Time, Los agentes encontraron los cuerpos de los niños en habitaciones separadas de la casa. Además, los cuerpos de los menores de edad tenían distintas laceraciones y heridas de arma blanca.
Sin embargo, la situación que más impactó a bomberos y detectives fue encontrar a los niños decapitados. «Fue bastante brutal», dijo el alcalde de Lancaster, R. Rex Parris.
Ambos padres estaban en la casa cuando los agentes acudieron al lugar. Por ello, los detuvieron para interrogarlos.
Otros dos niños se encontraban en la casa y parecían estar ilesos, pero los trasladaron a un hospital como medida de precaución y el Departamento del Sheriff está trabajando con el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles (DCFS) para ubicarlos. Hasta el momento se conoce que ninguno de los niños estuvo involucrado anteriormente con DCFS y no se había llamado recientemente a ningún diputado al hogar para quejas sobre su bienestar.
Autoridades interrogaron a la madre pero no la arrestaron. Mientras que, tras iniciarse la investigación, su padre, Maurice Taylor Sr., fue detenido por su posible responsabilidad en el crimen.
De momento no se ha podido esclarecer del todo el hecho y, además, se realizan más peritajes para resolver el caso.
ALERTA DE FUGA DE GAS
Los Bomberos respondieron a una alerta de una posible fuga de gas, pero los funcionarios del Departamento del Sheriff confirmaron que no había fuga. Sin embargo, el hecho permitió encontrara a los dos niños decapitados.
La alerta se emitió por los clientes de Taylor, con quienes había trabajado en un centro de fitness y fisioterapia de Santa Mónica. Pues los ciudadanos habían intentado contactarlo toda la semana.
Howard Kern, un abogado y escritor que vio a Taylor en sesiones durante unos siete años, dijo que llamó al Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles a las 7:34 am del viernes, después de que otros entrenados por Taylor intentaron llamar al Departamento del Sheriff para transmitir sus preocupaciones.
“Dije: ‘Estoy preocupado’”, recordó Kern. “’Estamos preocupados por una posible fuga de gas. Hay cuatro niños y dos adultos, y nos preocupa su seguridad ‘”.