Actualizado 20:30
Redacción Teleamazonas.com / EFE |
Un grupo de investigadores encontró por primera vez en Ecuador una especie de manglar exótico procedente de Asia que resulta una «potencial amenaza» para las especies nativas. La advertencia la hizo este jueves 30 de enero del 2025 el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio).
La especie exótica detectada es ‘heritiera fomes’, también conocido como sundari, sundri o jekenazo. Este tipo de mangle es original del Golfo de Bengala, pero también aparece en los ríos Ganges y Brahmaputra en la India y Bangladesh, respectivamente.
Además, se le puede encontrar en el mar de Andamán, donde está presente en la desembocadura de los ríos Irrawaddy y Great Tenasserrim en Myanmar. Más al sur se ubica en la península de Tailandia.
Sin embargo, en 2022 esta especie fue encontrada en la isla Santay, en Guayaquil. Según el Inabio en esta locación la especie «parece estar naturalizada, y produce flores y frutos al menos dos veces al año».
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En total, se registraron 81 ejemplares de mangle, de los cuales 51 son plántulas de ‘heritiera fomes’ en la parte norte de la isla. Allí hay agua dulce proveniente de los ríos Babahoyo y Daule, donde crece junto a especies nativas de manglar y bosque seco.
La isla Santay, catalogada internacionalmente por la Unesco como un sitio Ramsar (humedal de importancia), recibe un caudal de aproximadamente 1.600 metros cúbicos de agua dulce de los ríos Babahoyo y Daule. La baja salinidad del agua ha favorecido el crecimiento de especies exóticas y bosque seco nativo, detalló el Inabio.
Los investigadores no han logrado determinar la manera en que el mangle ‘heritiera fomes’ llegó hasta la isla Santay. Sin embargo, sostienen que «la explicación más probable para su introducción es que su fruta fue transportada inadvertidamente desde Asia a Ecuador en un barco de carga».
«Existe un comercio marítimo activo entre estas dos áreas y una introducción incidental es una posibilidad ya que el fruto tiene la capacidad de flotar«, señalaron.
Especies introducidas, un problema global para la conservación
El Inabio recordó que las especies introducidas son un problema global debido a sus impactos en la conservación de la biodiversidad. Algunos estudios sugieren que son la segunda causa principal de pérdida de biodiversidad después de la fragmentación del hábitat.
En ese sentido, consideró que «es urgente realizar acciones de investigación y monitoreo para establecer esfuerzos de prevención, control, mitigación y erradicación, tal como lo establece el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica».
Además de los investigadores del Inabio, en este estudio también participaron científicos de la Universidad Espíritu Santo (UEES) de Guayaquil y del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsonian (Estados Unidos), así como del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica.
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