Los Emiratos Árabes Unidos anunciaron el martes que comenzarán a ofrecer una tercera dosis de la vacuna para el coronavirus creada por la firma china Sinopharm, que será aplicada seis meses después de las primeras dos dosis.
La breve declaración del gobierno se produce luego que algunos residentes en los Emiratos reportaran haber recibido una tercera dosis debido a preocupación sobre sus niveles de anticuerpos. El mes pasado, el máximo funcionario de control de enfermedades de China dijo que las vacunas actuales ofrecen un bajo nivel de protección contra el virus.
China ha distribuido en el exterior centenares de millones de dosis de vacunas producidas por el país, además de usarlas para su propia campaña de vacunación. La firma estatal no ha publicado datos revisados por pares sobre la fase final de sus pruebas clínicas y ha sido criticada por falta de transparencia.
La doctora Farida al-Hosani, portavoz de salud de los emiratos, dijo en una declaración televisada: “Como parte de la estrategia proactiva del Estado para proveer una protección máxima a la sociedad, se ha abierto la puerta para que el público reciba una dosis adicional de la vacuna de Sinopharm para las personas que han recibido la vacuna previamente y que han completado más de seis meses con la segunda dosis”.
Inicialmente, los Emiratos dijeron que la vacuna era 86% efectiva. Pero desde entonces, no ha ofrecido datos que respalden esa cifra.
En marzo, un funcionario de una compañía estatal que distribuye Sinopharm en los Emiratos reconoció que “un número muy pequeño” de personas habían recibido ya dosis adicionales de Sinopharm. Esa entrevista con una cadena radial del estado desató confusión entre quienes habían recibido ya Sinopharm y se les dijo que no podían cambiar entonces a otra vacuna.
La capital de Abu Dabi lanzó ampliamente la vacuna de Sinopharm, mientras que el emirato vecino de Dubái comenzó a ofrecer las de Pfizer-BioNTech y Oxford-Astrazeneca. En semanas recientes, Abu Dabi comenzó a orecer también la vacuna de Pfizer.
Recientemente, la Organización Mundial de Salud le dio a la vacuna china la luz verde para uso de emergencia, despejando potencialmente la vía para que millones de dosis sean distribuidas a países con necesidad a través de un programa respaldado por la ONU.