“Vengo del cementerio, del camposanto, viendo dónde la vamos a poner y hasta ahí créame señor periodista que son tan insensibles. Hay que luchar con un sistema donde todo el mundo quiere aprovechar el momento”, se duele Elizabeth Otavalo, la madre de María Belén Bernal, víctima de un femicidio en la Escuela Superior de Policía de Ecuador.
“El día de ayer fue imposible. El día de ayer me dediqué a abrazarla, a abrazar ese féretro frío; ayer en la mañana le cogí sus manos lastimadas, completamente lastimadas, y le prometí que no vamos a descansar, voy a seguir con todo esto, voy a seguir con la ayuda de todos ustedes y de la ciudadanía”, confía Elizabeth Otavalo, este viernes 23 de septiembre del 2022, en los exteriores del Teatro de la Universidad Central, antes del traslado del féretro de María Belén Bernal hasta el camposanto Monteolivo, en Quito.
“Mataron a mi niña. Ya le mataron. Ahora, lo único que resta es justicia por María Belén. No se imaginan el dolor; nadie, nadie se prepara para este dolor tan intenso. Es algo que te quema el alma, que te apreta el corazón.
Le deja a un niño de 13 años; me hago cargo de un niño de 13 años. Y ustedes creen que el Gobierno siquiera me ha dicho: ‘Lo siento Elizabeth, algo haremos por ti’. No señores; yo lo único que tengo es a la ciudadanía, a los medios de comunicación y a esas organizaciones que me han apoyado.
¡Justicia! Justicia le pido al Estado. ¿Por qué?, ¿qué le pasó a mi hija?, ¿por qué le mataron a mi hija?, ¿por qué salió escondida?, ¿cómo salió escondida?, ¿quién lo hizo?, ¿quiénes son los responsables?
No solamente es una cadete, ojo no. Esto tiene que ser alguien más, muchos más, que caigan los que tengan que caer. Ahora sí, autoridades, autoridades de justicia, necesito que me ayuden, no que me ayuden, que cumplan sus labores.
Las condiciones de mi hija fueron terribles. ¡Enterrada! ¿Por qué? ¿Qué mal les hizo mi hija?”.