Aplanar la curva de contagios por COVID-19 es el objetivo de todos los países del mundo en especial aquellos que tienen problemas críticos por la falta de espacio en los hospitales.
Para constatar que el proceso de aplanar la curva está siendo efectivo es que el índide de nuevos casos baja en comparación con los días anteriores y de hecho se espera que los infectados se consideren curados.
Luego del proceso de aplanar la curva se registrarán nuevos casos, pero el número será muy bajo por lo que se los pueda tratar en los hospitales y clínicas.
La recomendación es que si tiene que salir de casa lo haga con las precauciones necesarias, con mascarilla y si puede visor para proteger los ojos, además de mantener el distanciamiento de dos metros con las personas y lavarse las manos con agua y jabón cuando llegue a su destino.
Desde el 3 de junio Quito pasará a semáforo amarillo, escenario en el que se permiten ciertas actividades, pero eso no quiere decir que los contagios hayan disminuido, más bien se corre el riesgo de que haya un aumento de nuevos contagios lo que sería todo lo contrario a aplanar la curva y las autoridades tendrán la potestad de regresar a semáforo rojo.