El presidente chino Xi Jinping, que este martes visitó Wuhan por sorpresa, afirmó que el coronavirus está «prácticamente contenido» en esta ciudad y su provincia, Hubei, el epicentro de la epidemia.
«Los primeros resultados fueron obtenidos estabilizando la situación y cambiando la tendencia en Wuhan y en Hubei», donde 56 millones de habitantes están en cuarentena desde finales de enero, declaró Xi, citado por la agencia oficial Xinhua.
La visita de Xi Jinping coincide con el anuncio de nuevas cifras del ministerio de Sanidad, con solo 19 casos nuevos en las últimas 24 horas.
Se trata de una caída espectacular en relación a los centenares de contaminaciones diarias durante el mes de febrero y una muestra que las drásticas medidas adoptadas por China están dando resultado.
Xi Jinping, con una mascarilla turquesa, llegó el martes por la mañana a Wuhan y luego visitó el hospital de Huoshenshan, el que fue construido en solo diez días para hacer frente a la epidemia, indicó la televisión oficial CCTV.
Xi Jinping, ausente cuando empezó la crisis, aparece desde febrero en los medios como el artífice de la lucha contra el nuevo coronavirus, dando «instrucciones» y «discursos importantes».
Según las imágenes de Xinhua, Xi habló con enfermos y personal médico por videoconferencia.
También visito un barrio residencial de Wuhan para hablar con habitantes en cuarentena y con agentes encargados de aplicar medidas de prevención.
El nuevo coronavirus apareció en diciembre en Wuhan, antes de propagarse a la provincia de Hubei (centro), de la que es capital, y luego al resto del país y al mundo.
China tomó en enero medidas drásticas. La mayoría de ciudades de Hubei quedaron aisladas y en el resto del país millones de personas fueron puestas en cuarentena preventiva.
Sin embargo las autoridades anunciaron este martes que la mayoría de personas no contaminadas y que no hayan estado en contacto con enfermos podrían ahora viajar dentro de la provincia.
El levantamiento parcial del confinamiento no afecta a la ciudad de Wuhan y los 56 millones de habitantes de Hubei tampoco pueden salir en principio de la provincia, indicó el martes el gobierno local.
Aunque la población aprueba en general las medidas, también hubo críticas por la lenta reacción inicial o las detenciones de personas críticas, acusadas de propagar falsos rumores.
La muerte de uno de esos denunciantes, el médico Li Wenliang, que murió del virus en febrero, provocó críticas contra el régimen e incluso llamamientos a la libertad de expresión.
En Wuhan, varios signos apuntan a la normalización. Catorce de los 16 hospitales de campaña están cerrados, los empleados del aeropuerto vuelven a trabajar y el número de nuevos casos diarios cae desde hace varias semanas.
Un alto responsable dio a entender la semana pasada que el confinamiento de Hubei podría terminar pronto.
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