Después de cinco partidos sin marcar con Portugal, Cristiano Ronaldo se reencontró con el gol y devoró a Suiza, que perdió 4-0 y sufrió al depredador del Manchester United, autor de un doblete y omnipresente en casi todas las jugadas de ataque del combinado luso.
Suplente frente a España en el primer partido de la Liga de Naciones, Cristiano regresó al once con fuerza. No dejó escapar su oportunidad y demostró que sigue en forma. Marca goles como churros, se le caen de los bolsillos y probablemente así será hasta que se retire. El gol está en su ADN y, en esta ocasión, Suiza fue castigada por el hambre de Cristiano.
En la primera parte, provocó el primer tanto de su equipo con un buen lanzamiento de falta cuyo rebote aprovechó William Carvalho; después marcó el segundo y el tercero y falló un remate clarísimo que pudo ser el cuarto; y, ya en el segundo acto, le anularon un tanto por fuera de juego previo de Diogo Jota.
Sus cifras son un escándalo. Engordó su cifra de goles con la selección hasta alcanzar los 117 y sigue en cabeza de los anotadores de la historia del fútbol de selecciones. Eso sí, Messi recortó distancias con los cinco que marcó a Estonia este domingo, aunque todavía está lejos: suma 86 tras superar a Puskas en la clasificación.
Esa mejoría individual de Cristiano después de cinco encuentros con la pólvora mojada se debió, en parte, a los cambios de su entrenador, Fernando Santos, que dio con la tecla tras el irregular partido frente a España que acabó en tablas (1-1).
Como Suiza, que perdió frente a la República Checa 2-1, Portugal hizo seis cambios. Por un lado, aparecieron Kobel, Mbabu, Frei, Steffen, Shaqiri y Seferovic. Por el otro, Rui Patricio, Nuno Mendes, William Carvalho, Diogo Jota, Cristiano Ronaldo y Rubén Neves.
Las variaciones en el once inicial beneficiaron más a Portugal. Por motivos obvios -las estadísticas no mienten-, la aparición de Cristiano dio más acierto en ataque al equipo de Fernando Santos. Pero William Carvalho aportó más consistencia al centro del campo luso y Diogo Jota más profundidad. Y, con esos ingredientes, Portugal, mucho más eléctrica, pasó por encima de Suiza.
En la primera parte, los hombres de Murat Yakin apenas acecharon la portería de Rui Patrício con dos disparos lejanos de Shaqiri. Antes, a Seferovic le anularon un gol por mano. Y no hubo más. Eso fue todo. Portugal, no dejó a Suiza hacer absolutamente nada. Y, mientras, arrasó a Suiza.
Primero, acertó con el gol de William Carvalho al cuarto de hora. Cristiano lanzó una falta con potencia y Kobel, que sustituyó a Sommer por su mal partido inaugural, falló en su despeje. El medio del Betis apareció por el área como un camión de mercancías, recogió el rechace y abrió el marcador.
Después, Otavio pudo marcar el segundo en un contragolpe bien dirigido por William Carvalho, pero resolvió mal en el último momento; luego, el mismo Otavio, en una cesión de Cristiano, no dio en la diana con un disparo dentro del área; y, otra vez Otavio, también muy protagonista, al final acertó con una gran asistencia que Cristiano remató a gol casi a placer.
El segundo tanto incluso animó a Pepe, que estrelló un cabezazo contra el larguero de la portería defendida por Kobel. Y también mantuvo intacta la insistencia de Cristiano, que antes del descanso tuvo tiempo de marcar el tercero y de fallar el cuarto tras un magnífico pase de Joao Cancelo.
Portugal, en 45 minutos, dejó sentenciado el duelo. Después del descanso, pisó el freno y Suiza pudo respirar. Aún así, tuvo tiempo de marcar otros dos tantos: uno anulado a Cristiano y otro de Joao Cancelo que sí subió al marcador. No hubo mucho más, el 4-0 fue suficiente para el equipo de Fernando Santos y el combinado luso, el día que Cristiano recuperó su voracidad, es el líder del grupo 2 con cuatro puntos, los mismos que la República Checa.