Iniciaron los rituales de Semana Santa en el vaticano y, por segundo año consecutivo, deben ser celebrados a puerta cerrada y sin la presencia de fieles debido a la pandemia del coronavirus. Este Jueves Santo, el Papa presidió una misa matinal en la basílica de San Pedro, sin embargo, renunció al tradicional ‘lavado de pies’.
A través de un comunicado, el Vaticano recordó los días más complicados por el COVID-19 y el cambio en las celebraciones religiosas. Además subrayó que, como el año pasado, será ‘omitido’ ese rito del lavado de pies debido a las restricciones sanitarias impuestas en muchos países.
En 2019, el sumo pontífice llegó hasta una cárcel y un centro de refugiados y lavó los pies a privados de libertad e inmigrantes. No obstante, desde el inicio de la pandemia se restringió todo tipo de reuniones multitudinarias, teniendo la imagen solitaria de Francisco en medio de la plaza de San Pedro.
En este día se recuerda la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, horas antes de ser crucificado. Para conmemorar este suceso, se llevará a cabo una ceremonia en la basílica romana de San Juan. Francisco no podrá asistir por razones de salud.
En su lugar estará el cardenal italiano Giovanni Battista Re, quien presidirá este simbólico acto. Mañana Francisco sí presidirá el Vía Crucis desde la plaza de San Pedro y no el alrededor del Coliseo de noche, como era la tradición.
Fuente | 24matins.es/