En la plaza de San Pedro (Ciudad del Vaticano) se vivió este Viernes Santo la procesión del Vía Crusis que, por segunda año consecutivo, no cuenta con multitudes de fieles debido a la crisis sanitaria por el coronavirus. La diferencia, no obstante, es que en este año existieron pequeños grupos que llevaron la cruz.
La noche de este 2 de abril, Viernes Santo, el Papa Francisco presidió la meditación del Vía Crucis. Las estaciones fueron colocadas alrededor del obelisco y a lo largo del camino que lleva al atrio de la Basílica Vaticana, informa Vatican News.
En el camino se presentaron antorchas que iluminaban el recorrido e ilustraciones realizados por niños que residen en casas de alojamiento de Roma y que han sufrido discriminación y humillaciones. En su intervención, el pontífice pidió que “bendiga y proteja a todos los niños del mundo, para que puedan crecer en edad, sabiduría y gracia”.
El evento sin la cantidad de fieles habitual recuerda cuando el Papa, hace un año atrás, en un momento de oración extraordinaria pidió por la humanidad en los primeros días de la pandemia del coronavirus. Previo a esta ceremonia, Francisco de 84 años optó por no participar en la conmemoración del Jueves Santo por una dolorosa ciática que le impide caminar con facilidad.
Fuente | Vatican News/Infobae