El FMI examina por cuarta vez al Ecuador

El Fondo Monetario Internacional (FMI) examina por cuarta vez a Ecuador para continuar su programa crediticio.

Con 4.800 millones de dólares ya entregados a Ecuador dentro de este programa de 27 meses de duración, esta nueva revisión estaba prevista inicialmente para mediados de diciembre de 2021, lo que ha retrasado un desembolso de 700 millones de dólares programado para finales del año pasado.

Semanas antes de la fecha inicial para esa revisión, el Gobierno de Lasso congeló los precios del diésel y de la gasolina extra en 1,90 dólares (1,73 euros) y 2,55 dólares (2,33 euros), respectivamente, por galón (3,78 litros), ante las protestas protagonizadas por los movimientos indígenas y los gremios de transportistas.

La revisión por parte del FMI estará a cargo de Ceyda Oner, jefa de la misión de este organismo en Ecuador, y cumplirá durante los próximos días una serie de reuniones con equipos técnicos de diferentes instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil.

La primera reunión se dio este viernes mediante una teleconferencia con el ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, quien estuvo acompañado de autoridades otros ministerios e instituciones estatales, según informó su cartera.

OPTIMISMO EN EL GOBIERNO

La llegada de la delegación del FMI a Quito fue anunciada el martes por el mismo Ministerio de Economía y Finanzas en un comunicado donde su titular expresó su optimismo por los resultados de esta nueva revisión.

Cueva manifestó que «el país ha actuado de manera responsable, transparente y seria en su manejo económico» y recordó que el Gobierno del presidente Guillermo Lasso mantiene con el FMI «una buena relación, sustentada en un permanente diálogo».

Gracias al programa abierto por el FMI, Ecuador ha accedido en este tiempo a financiación en condiciones beneficiosas de otros organismos como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

También ha sido financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Europeo de Inversiones, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y la Agencia Francesa de Desarrollo.

«Estos recursos han garantizado la atención de los programas de protección social a la población vulnerable y la reactivación económica del país», sostuvo Cueva, quien este mismo viernes se reunió con representantes del Banco Mundial para analizar las iniciativas en marcha y nuevos créditos para la reactivación de Ecuador.

REFORMAS ESTRUCTURALES

Cueva reiteró que el plan económico que promueve el Gobierno de Lasso tiene una perspectiva de largo plazo con el objetivo de «corregir problemas estructurales de la economía» y alcanzar «un crecimiento económico sostenido».

En ese sentido, durante su intervención el jueves en la reunión preparatoria de la asamblea de gobernadores del BID, Cueva sostuvo que «es muy importante poder contar con el acompañamiento de los organismos multilaterales de crédito».

«Este apoyo tiene que ser ágil, flexible y con un gran componente de apoyo a reformas de política y de libre disponibilidad», manifestó Cueva.

UNA RELACIÓN ANTIGUA

La relación de Ecuador con el FMI se remonta a la década de los años 70, aunque fue en los años 80 cuando inició una agresiva etapa de endeudamiento con el organismo.

La primera Carta de Intención que suscribió Ecuador con el FMI data de 1983 y hasta 2003 había suscrito 16 entendimientos con el organismo, pero el vínculo se rompió durante el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017).

No fue hasta 2019, ya en el Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), que Ecuador volvió al FMI para firmar un acuerdo de «Facilidad extendida» por 4.200 millones de dólares, que fracasó ante las duras protestas sociales que sacudieron al país en octubre de ese año.

Con dificultades para hacer frente a los compromisos de la deuda externa, Ecuador obtuvo del FMI el programa vigente de 6.500 millones de dólares que implica al Estado una serie de compromisos que ahora intenta sacar adelante el Gobierno de Lasso.