El señor Arturo García buscaba artículos para comprar en internet cuando inesperadamente surgió un anuncio en su pantalla, “decía ‘no busque más’, o algo parecido”, y le ofrecía una cámara fotográfica de reciente modelo por solo una fracción del precio en que se vende en tiendas especializadas.
“Tenía un logo muy bien hecho y todo se veía como una página web seria”, recuerda ahora el residente del área de Los Ángeles, así que procedió a llenar una forma de pedido en la misma página.
Enlace de los estafadores
Poco después una joven muy amable le llamó al número telefónico que don Arturo había registrado, para “hacerle el favor de tomarle por teléfono los datos para agilizar su compra”.
Según dijo, tenían un alto volumen de pedidos y querían asegurarse de que el regalo llegara a tiempo.
“Hombre, qué amable, pensé yo; le di lo que pedía, mi dirección en South Gate, el número de teléfono, de la tarjeta y el número de seguridad” que está en la parte posterior de la tarjeta.
Casi 48 horas después de esa compra, casi la totalidad de sus ahorros en el banco se habían agotado, entre trasferencias de efectivo y compras.
El banco trató de contactarlo para asegurarse que se trataba de él, pero, confiado, no había revisado los mensajes.
La estafa se consuma
“¿Sabe que es muy feo?”, preguntó don Arturo a La Opinión en charla telefónica, “que de no creerlo y de un coraje bien fuerte, pasa uno a que le de vergüenza, porque lo chamaquearon a uno, ya ni dan ganas de hacer nada”.
Don Arturo está lejos de ser un caso aislado en Los Ángeles y en California, de acuerdo con una advertencia que circuló este miércoles la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) sobre los fraudes en línea.
Fraudes en línea
El año pasado en California en la época navideña se registraron fraudes por más de $500 millones de dólares, según el Centro de Quejas de Delitos por Internet del FBI o IC3.
El total específico de fraudes en el estado fue de $573,624,151 dólares y la agencia advirtió que, puesto que la pandemia ha llevado a que las ventas por internet se disparen este fin de año, anticipa que habrá más fraudes que el año pasado.
“Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, probablemente lo sea”, dijo la agente especial Davene Butler del FBI.
Ofertas increíbles
“Los estafadores pueden dar ofertas increíbles a través de correos electrónicos o anuncios; algunos ofrecen mercancía de marca con descuentos extremadamente bajos o prometer tarjetas de regalo como un incentivo para comprar un producto”, advirtió.
Y en la temporada de fin de año, a los fraudes de presuntas ventas irresistibles se agregan los que se hacen en nombre de organizaciones caritativas, conocidas y desconocidas.
Estafas aumentan en Navidad y Fin de Año
“Las estafas de caridad están configuradas para que a usted le sea fácil donar dinero”, de acuerdo con la agente; por ejemplo piden una donación baja mensual o de una sola ocasión y solo tiene que llenar en línea una forma sencilla.
“Tenga cuidado con las organizaciones con nombres imitadores que son similares a las organizaciones benéficas genuinas; la mayoría de los sitios web de caridad de buena reputación utilizan al final de su nombre en línea .org, no .com”, dijo.
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