El coronavirus deja más muertos en Perú que la guerra con Sendero Luminoso

Perú suma en seis meses de pandemia más de 70.000 muertos, un número superior a las víctimas que dejó la guerra contra Sendero Luminoso.

Durante veinte años (1980-2000), Perú vivió una sanguinaria violencia causado por las organizaciones subversivas Sendero Luminoso y Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

Agosto fue el cuarto mes consecutivo que cerró con más de 25.000 muertos a nivel nacional, más del doble que lo habitual antes de la pandemia.

Según el Sistema Nacional de Defunciones (Sinadef), los dos meses anteriores (marzo y abril) también superaron con mucho las cifras medias de defunciones.

Con ese ritmo mensual de fallecimientos, y sin ser un evento bélico, los seis meses de emergencia han superado el saldo mortal de cualquier guerra o conflicto bélico en 199 años de independencia de Perú, incluida la cruenta Guerra del Pacífico contra Chile (1879-1884) que tanto marcó la historia republicana con unas 18.000 muertes.

AUMENTO DE 120 % DE DECESOS

Desde marzo, cuando se conoció el primer caso de coronavirus en Perú, han fallecido en total unas 125.000 personas por cualquier causa. Esto supone un 120% más que los decesos registrados en el mismo periodo de los dos años anteriores.

Ese exceso de muertes asciende ya a más de 70.000 personas fallecidas, de las que apenas 29.000 son decesos confirmados por COVID-19. Perú es actualmente el primer país del mundo en mortalidad por coronavirus al promediar 88 muertes por cada 100.000 habitantes.

De las 44.000 restantes, hay unas 11.000 consignadas como sospechosas de coronavirus. Pero aún quedan otras 18.000 muertes inusuales sin explicar.

UNA MASACRE DIARIA

Desde finales de mayo los fallecimientos diarios por coronavirus no bajan del centenar y hasta hace poco rondaban los 200 cada jornada. Es un número superior a cualquiera de los peores episodios de violencia protagonizada por Sendero Luminoso, el MRTA o las fuerzas armadas.

Hace casi tres meses que en Perú mueren diariamente por COVID-19 más personas que las 117 que perdieron la vida en 1984 en la masacre de Soras. Esta es conocida como la mayor matanza atribuida a Sendero Luminoso contra los pueblos de los Andes que no se sumaban a su lucha armada.

También es un número superior a las al menos 109 personas cuyos restos fueron hallados cerca del cuartel Los Cabitos, el mayor centro de torturas, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones que practicaron sistemáticamente las fuerzas armadas entre numerosos episodios de violaciones a los derechos humanos.

CIENTOS DE POLICÍAS Y MÉDICOS MUERTOS

Estos crímenes tampoco alcanzan por separado para igualar el número de médicos fallecidos por COVID-19 en Perú, que alcanza ya los 155. Y menos aún para los policías que perecieron a causa del virus, que suman ya más de 400. Esto es más de la mitad de los casi 700 policías perecidos en el conflicto interno, según la CVR.

Las masacres del periodo de violencia acontecido en Perú hay que multiplicarlas por seis. Así se alcanzaría el peor momento de la pandemia, con un pico máximo de casi 700 en un solo día.

No obstante, este nivel de fallecimientos diarios está descendiendo desde hace tres semanas. Esto es una señal de que el ritmo de decesos en estos seis meses de pandemia está regresando a los niveles previos a la emergencia.

MATANZA MULTIPLICADA POR DIEZ

Otro capítulo emblemático del conflicto interno fue la matanza en 1983 de ocho periodistas en el caserío de Uchuraccay, en la región de Ayacucho.

Esta muerte ocurrió a manos de una turba que supuestamente los confundió con ‘senderistas’.

La pérdida de estos profesionales equivale a la décima parte de los 82 periodistas que han fallecido por COVID-19 en estos seis meses.

De esos periodistas fallecidos por coronavirus, 35 se contagiaron presuntamente mientras ejercían su trabajo con la misión de informar sobre la misma pandemia.