El consumo de cannabis y sedantes, como las benzodiazepinas, aumentó durante la pandemia de covid-19 en casi todos los países de los que se tienen datos, afirma Naciones Unidas en su Informe Mundial sobre las Drogas, publicado hoy.
En una encuesta a profesionales de la salud desarrollada en 77 países, el 64 % dijo que había detectado un aumento en el uso no médico de sedantes y el 42 % aseguró que el consumo de cannabis también se había incrementado.
Los cambios en los patrones de consumo de otras sustancias fueron menos claros, pero el informe señala que drogas usadas en un contexto social, como la MDMA y la cocaína, se consumieron con menos frecuencia debido a las restricciones por los confinamientos.
En EE.UU. se detectó un aumento en las muertes por sobredosis de opioides durante la pandemia. En mayo y junio de 2020 aumentaron en un 38 % las muertes por sobredosis en comparación con el mismo período en 2019.
En 2019 se contabilizaron alrededor de 50.000 muertes por sobredosis de opioides en EE.UU.
El reporte señala que los confinamientos, los cierres y otras medidas de prevención aumentaron la sensación de aislamiento, lo que unido al empeoramiento de la situación económica, pudo contribuir a un aumento del consumo de drogas.
Para evitar que estos patrones de consumo se asienten, la ONU demanda fondos públicos suficientes para programas de prevención y tratamiento una vez superada la pandemia.
CAMBIOS A LARGO PLAZO
Los problemas económicos que ha causado la pandemia, unido a los cambios radicales en la tecnología y en los hábitos sociales, pueden alterar los patrones de consumo de drogas a largo plazo, según el informe.
El desempleo y la carestía económica puede llevar a que más personas decidan apostar por la economía ilegal, ya sea cultivando o traficando con drogas, por lo que la ONU pide no olvidarse de la población más vulnerable en los planes de reactivación económica tras la covid.