Los cansados jugadores del Manchester City abordaron el lunes un avión rumbo a Francia, con Marsella como destino final. La ciudad mediterránea es la última parada de un agobiante calendario de partidos dentro de una temporada que por la pandemia de coronavirus presenta un inusual desafío.
Ninguno de los delanteros más veteranos del plantel se subieron al avión, luego de la más reciente lesión de Sergio Agüero y Gabriel Jesús de vuelta en la enfermería.
Quien sí pudo viajar fue el volante Kevin De Bruyne, recién recuperado de una lesión y quejarse de la carga de partidos.
Resta por verse si Aymeric Laporte, el pilar de la zaga del City, podrá jugar el miércoles contra el Marsella en el Stade Velodrome por la Liga de Campeones el martes debido a sus recientes problemas físicos.
“Trato de exigirle el máximo a mis jugadores”, dijo el técnico del City Pep Guardiola el fin de semana. “Pero hay un límite para el ser humano”.
No hay mucha compasión para el City cuando se trata de la carga de partidos.
“Es el club más rico del planeta”, se suele responder. Y se puede argumentar que es una razonable, dado que el City se gastó más de 100 millones de libras (130 millones de dólares) en dos centrales durante el verano, incluyendo uno con la función de ser un suplente.
Pero el equipo de Guardiola ha evidenciado ser muy predecible y soso en su funcionamiento desde el inicio de la temporada.
En resumen, el ser el club inglés con la agenda de compromisos más intensa en años recientes parece pasar factura.
El empate 1-1 de visita a West Ham el sábado pasado por la Liga Premier dejó al City en el 13er puesto de la tabla con ocho puntos — su cosecha más pobre tras cinco partidos desde 2014.
Apenas cinco equipos han anotado menos goles en la Premier que los ocho del City. Pese a que generan más ocasiones que los demás, el desatino del City frente al arco contrario causa estupor.
Es evidente que Guardiola sufre por la ausencia de un referente goleador. Jesus se lesionó en el primer partido de la temporada y el “Kun” Agüero sufrió una recaída en el tercero que disputó tras una inactividad de cuatro meses.
“No pudimos tener una pretemporada adecuada”, dijo el entrenador del City, subrayando que sus jugadores apenas tuvieron un par de semanas de vacaciones tras haber disputado en agosto la fase de cuartos de final de la pasada edición de la Champions.
“Ha sido demasiado”, agregó Guardiola. También advirtió sobre el “cansancio mental” de algunos de sus jugadores. “No debe ser complicado entenderlo”, afirmó.
El City viene de disputar una campaña de 54 semanas en 2019-20, que fue interrumpida por la paralización de tres meses debido a la pandemia de coronavirus.
A lo largo de las últimas dos temporadas, el equipo ha disputado 120 partidos en todas las competiciones — la mayor cantidad por parte de un club de la primera división de Inglaterra.
Esta temporada, que comenzó un mes más tarde de lo habitual, el City ha tenido que afrontar partidos cada tres o cuatro días, sin incluir las fechas FIFA, algo que continuará haciendo hasta enero. Incluso dentro de la pausa de los torneos domésticos para los compromisos internacionales, un jugador podría disputar hasta tres partidos con su selección, potencialmente en un lapso de seis días.
“El cuerpo te pide descanso a gritos, pero nadie quiere escuchar al jugador” se quejó De Bruyne en una entrevista con Sky Sports durante la última fecha FIFA, en la que sufrió una lesión muscular. “Todo el mundo sale a decir que ganan un buen salario, que sólo es cuestión de saber regular (el físico). Eso me saca de las casillas”.
De Bruyne mencionó que apenas tuvo “ocho o nueve días libre” durante el receso, y que no pudo tomarse vacaciones debido al embarazo de su esposa.
“Si sigo hasta el final de la temporada, estaría jugando durante dos años sin pausa”, dijo.
Lo que no se entendió fue que Guardiola insistiera en repetir ante West Ham el mismo equipo que venció 3-1 al Porto al debutar en la Champions a mitad de semana. Raheem Sterling, por ejemplo, ha disputado los 90 minutos en cada uno de los tres últimos partidos del City, y ahora cargará con más responsabilidad ante las bajas de Agüero y Jesus.
Al menos el City arrancó con el pie derecho en Europa. Y, pese a su mal inicio en la Premier, quedarían a dos puntos de la cima si ganan el partido que tienen pendiente.
Guardiola cumple su quinto año, quizás el último, al mando, sin dar pistas que su intención sea seguir en Manchester.
Si pretende añadir más trofeos a los que ha coleccionado desde 2016, la cuota de sufrimiento será mayor esta temporada.