Pese a que retuvo a Lionel Messi, el Barcelona afronta la Liga de Campeones con expectativas moderadas.
Después de una de sus peores temporadas en años, el club catalán no rebosa la confianza de previas ediciones. Messi y compañía fueron eliminados en los cuartos de final al perder 8-2 ante el Bayern Múnich. Y estuvieron muy cerca de perder a su talismán en las semanas posteriores.
“Sabiendo que no somos el favorito máximo por lo que ha pasado últimamente, pero podemos llegar lejos”, afirmó el lunes el técnico Ronald Koeman previo al estreno azulgrana en la actual edición ante el club húngaro Ferencváros.
Koeman llegó al Barcelona con la misión de enderezar el rumbo tras la debacle ante el Bayern, la que completó su primera temporada sin títulos desde 2007-08.
“Estando en el Barça hay que jugar para ganar títulos. Pero hay más equipos fuertes, y hay que demostrarlo”, dijo Koeman.
El Barcelona no conquista la Champions desde 2015. Se puede decir que desde mucho tiempo que no arrancaban una nueva campaña europea con sensaciones tan negativas.
La directiva se negó a darle a Messi la salida gratis, pero el club sigue inmersos en una crisis institucional y también afronta problemas económicos. El presidente Josep Bartomeu afronta una moción de censura que podría forzar que deje el cargo antes que termine el año.
Al tomar las riendas, Koeman depuró del plantel a varios veteranos, como Luis Suárez e Ivan Rakitic. Pero no pudieron a fichar a ninguna de las piezas que el holandés tenía en su lista de compras. La máxima novedad fue la incorporación del lateral estadounidense Sergiño Dest, procedente del Ajax.
Koeman insistió el lunes que Messi está bien, pese a un inicio de temporada en el que apenas ha anotado un gol.
“Puede ser que en este momento su rendimiento pueda ser mejor, pero viendo al jugador día a día está feliz, entrenando bien y concentrado”, dijo Koeman. “Quiere jugar y ser el capitán, en ese sentido ni una queja. Y luego también hay mala suerte, el balón al poste pudo entrar. No tengo ninguna duda del rendimiento de Messi”.
Koeman también minimizó las críticas a Antoine Griezmann por el flojo rendimiento del delantero francés, pero reconoció que todos en el ataque tienen que “mejorar cosas del juego”.
El Barcelona pisó fuerte al inicio del torneo doméstico con un par de contundentes victorias, pero luego empató 1-1 con el Sevilla como local y perdió 1-0 de visita al Getafe el sábado pasado.
Ferencváros aparece en la Champions por primera vez desde 1995. El campeón húngaro sorteó cuatro etapas de la fase preliminar para meterse en la etapa de grupos.
Tras cumplir su primer compromiso del Grupo G, en el que también están Juventus y Dínamo de Kiev, el Barça recibirá al Real Madrid en el primer clásico de la temporada.
Koeman afirmó que aún no piensan en el duelo contra su más encarnizado rival. Lo primero es ganarle a los húngaros.
“No hay una semana más importante que las demás”, dijo el técnico holandés. Queremos empezar con buen pie, ganando el partido, y tener tranquilidad”.