Alrededor del 10% de locales de La Ronda cerraron por la emergencia sanitaria. Actualmente, el tradicional barrio ubicado en el centro de Quito busca reactivarse tomando todas las medidas de bioseguridad.
Tras el impacto de la pandemia a la economía de La Ronda, los comerciantes buscan reactivar las actividades aplicando todos los protocolos de bioseguridad.
Patricia Lozada, propietaria del restaurante Leña Quiteña, aseguró que su prioridad es el bienestar del cliente. «Nuestra vida es el clientes. Por lo tanto nosotros tenemos que tratarle como tal», añadió.
Algunos comerciantes se negaron a abandonar su oficio y decidieron innovar con sus productos.
Luis López, un artesano de sombreros en La Ronda, se ingenió para ofertar sus productos por Internet adaptándolos a las necesidades de los clientes.
En cada uno de ellos colocó un visor y adicionalmente regala una mascarilla.
«Tengo la necesidad de sentirme productivo, de ser eficiente y eficaz. Me tocó reinventarme», explicó Luis López al contarnos sobre los cambios que implementó en sus productos.
La pandemia dejó en este emblemático barrio, que tiene más de 1000 locales, grandes pérdidas económicas y muchos de ellos tuvieron que cerrar.
Tras cuatro meses sin recibir ninguna remuneración económica, muchos dejaron de pagar el arriendo y no pudieron llegar acuerdos con los arrendatarios.
Esta época era su mejor temporada pues recibían a extranjeros que escogían a la capital como destino para disfrutar el verano. Sin embargo, mantienen el optimismo y esperan que pronto el escenario sea distinto.
Más detalles sobre la situación que enfrenta los locales de La Ronda en el siguiente video: