Estados Unidos y Gran Bretaña se preparaban el lunes para la que podría resultar una de sus más lúgubres semanas de que se tenga memoria, ante el incremento en las pérdidas humanas y económicas por la pandemia del COVID-19.
Al mismo tiempo, los decesos y contagios parecían disminuir en Italia, España y Francia, lo que sugiere que las medidas de confinamiento y distanciamiento social están funcionando.
El primer ministro británico Boris Johnson, quien se contagió del coronavirus el mes pasado, fue hospitalizado, según su oficina, como una medida de precaución dado que los síntomas persisten. Johnson, de 55 años y quien tuvo fiebre por varios días, es el primer jefe de estado que se sepa que ha enfermado por el virus.
Los mercados bursátiles mundiales registraron alzas después de que gran parte de Europa dio señales de esperanza: los fallecimientos y los nuevos contagios parecían bajar en los tres países más afectados por la pandemia, al igual que en Holanda y Alemania.
No obstante, las autoridades de varios países advirtieron que cualquier logro podría dar marcha atrás en caso de que la población no siga respetando las medidas de confinamiento. Los mercados mejoraron aproximadamente 3% en París y Fráncfort, mientras que en Tokio el alza fue de 4%.
En Estados Unidos, el director nacional de salud pública Jerome Adams lanzó una cruda advertencia sobre el aumento de muertes por coronavirus que enfrenta el país.
“Este va a ser nuestro momento Pearl Harbor, nuestro momento 9/11”, sostuvo en entrevista con “Fox News Sunday”.
Más de 9.600 personas han muerto a causa del COVID-19 en Estados Unidos, y el país encabeza las cifras a nivel mundial de contagios confirmados con más de 337.000.
En todo el mundo, se han confirmado más de 1,2 millones de contagios y más de 70.000 muertes, de acuerdo con el conteo de la Universidad Johns Hopkins. Las cifras reales son ciertamente superiores debido a las medidas que limitan la realización de pruebas, por los diferentes mecanismos que usan los países para contar los fallecimientos por el COVID-19 y la decisión deliberada de algunos gobiernos de reportar menos casos que los registrados.
En la ciudad de Nueva York, epicentro de la pandemia en Estados Unidos, los decesos diarios confirmados disminuyeron ligeramente, al igual que las hospitalizaciones en las unidades de cuidados intensivos y el número de pacientes que necesitan ayuda de respiradores. Pero el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, señaló que aún es “demasiado pronto para decir” si las buenas noticias se mantendrán.
El presidente Donald Trump sugirió que la difícil situación que se espera para las próximas semanas podrían pronosticar un cambio de dirección.
“Estamos empezando a ver la luz al final del túnel”, declaró Trump en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Funcionarios de salud de Luisiana reportaron otras 68 muertes relacionadas con el coronavirus, el mayor incremento en el estado desde que iniciara el brote. En general, el estado donde Nueva Orleans recibe anualmente a millones de turistas ha reportado unas 480 muertes por el virus y más de 13.000 muertes.
Un informe de una agencia federal de supervisión sanitaria reveló que tres de cada cuatro hospitales de Estados Unidos de antemano atiende pacientes con casos confirmados o sospechosos de COVID-19.
Italia continúa registrando, por mucho, la mayor cifra de muertos por coronavirus en el mundo, con casi 16.000, pero la presión en las unidades de cuidados intensivos en el norte del país ha disminuido a tal grado que Lombardía ha dejado de trasladar vía aérea a pacientes a otras regiones.
En España, las muertes y los nuevos contagios descendieron nuevamente el lunes. El Ministerio de Salud español reportó 637 nuevos fallecimientos, la menor cantidad en los últimos 13 días, para un total de 13.000 decesos en el país. El número de nuevos contagios también fue el más bajo en dos semanas.
Pero el brote en Gran Bretaña está tomando una dirección opuesta y las autoridades reportaron más de 600 fallecimientos el domingo, rebasando los incrementos diarios de contagios en Italia por segundo día consecutivo.
En la mayoría de los pacientes, el COVID-19 causa síntomas de leves a moderados como fiebre y tos, que duran unas pocas semanas. Pero otros, especialmente adultos mayores y personas con problemas médicos previos, pueden sufrir complicaciones graves como neumonía o incluso la muerte. Más de 263.000 personas se han recuperado de la enfermedad a nivel mundial.
Si bien aún no existe tratamiento para combatir el virus, algunos medicamentos han mostrado potencial y los pacientes se suman a estudios./ AP