Al acercarse el fin del verano de COVID-19, muchos expertos temen que el otoño sea aún más lúgubre y sugieren que las familias estadounidenses deberían empezar a planear su reunión del Día de Acción de Gracias vía Zoom.
Ante tantas incertidumbres, científicos de salud pública dicen que resulta más fácil pronosticar el clima para el Día de Acción de Gracias que la manera en que se desarrollará la crisis por el coronavirus en Estados Unidos este otoño. Pero la reapertura de escuelas, los viajes en feriados y una mayor actividad en espacios cerrados debido al frío podrían incrementar por separado la propagación del virus y combinarse en formas que podrían multiplicar la amenaza, advirtieron.
Esta es una forma en que podría ocurrir: Conforme más escuelas abren para impartir clases en persona y más alumnos universitarios regresan al campus, pequeños conjuntos de casos de coronavirus podrían convertirse en brotes más extensos para finales de septiembre. La fatiga pública ante el uso de cubrebocas y otras restricciones podría obstaculizar los esfuerzos para frenar los contagios.
Unas cuantas semanas después, una mayor propagación podría empezar a saturar los hospitales. En caso de que una fuerte temporada de gripe alcance su máximo nivel en octubre, tal como sucedió en 2009, la presión al sistema de atención médica podría generar una mayor cantidad de fallecimientos diarios por coronavirus. El doctor Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), ha afirmado que ese escenario es su mayor temor.
Lo que es seguro es que el virus seguirá presente, dijo Jarad Niemi, un experto en modelos de epidemias en la Universidad Estatal de Iowa.
“Aún no contaremos con una vacuna y no tendremos los suficientes individuos contagiados para que la inmunidad colectiva sea útil”, subrayó.
El otoño podría volverse una montaña rusa de restricciones intermitentes, al reaccionar las comunidades al incremento en las hospitalizaciones, indicó Lauren Ancel Meyers, experta en modelos de enfermedades en la Universidad de Texas. Todos deberían vacunarse contra la gripe, dijo, porque si ésta se propaga masivamente, los hospitales empezarán a ser rebasados y “eso agravará la amenaza de COVID”.