Ecuador anunció este miércoles que solicitó a sus acreedores extender hasta agosto el plazo para pagar 811 millones de dólares de intereses de su deuda externa, lo que le permitirá destinar esos fondos a la lucha contra el coronavirus.
El Ministerio de Economía y Finanzas «comunicó una Solicitud de Consentimiento a los tenedores de bonos» con vencimientos entre los años 2022 y 2030 para diferir ese pago, señaló la cartera en un boletín.
El total de esa emisión bordea los 17.000 millones de dólares, de 41.766 millones que constituyen el total del pasivo ecuatoriano (38,1% del PIB).
En caso de ser aceptado el pedido, el gobierno del presidente Lenín Moreno aplazará el pago hasta el 15 de agosto próximo con el fin de «aliviar la caja fiscal por aproximadamente 811 millones de dólares en el corto plazo», agregó el ministerio.
La medida ayudará a enfrentar la pandemia de coronavirus en Ecuador, donde la enfermedad deja más de 4.400 infectados, incluidos 242 muertos, y golpea principalmente al puerto de Guayaquil, núcleo comercial.
Su dolarizada economía también está afectada por el desplome de precio del petróleo, su principal producto de exportación que en 2019 le dejó ingresos por 7.731 millones de dólares.
Para hacer frente a la pandemia, Quito decidió hace dos semanas utilizar un período de gracia de 30 días para postergar el pago de 200 millones de dólares de su deuda.
Además, señaló que cumplirá el pago de unos 320 millones de dólares del capital de los bonos 2020 para poder acceder a un crédito por unos 2.000 millones.
Ecuador contrajo en 2019 préstamos a ser desembolsados en tres años por unos 10.300 millones de dólares con organismos como el FMI.
Está previsto que en abril, el FMI entregue unos 500 millones de dólares adicionales a través de un Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) pactado para enfrentar la pandemia de la covid-19.
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