El Servicio de Gestión de Riesgos (SGR) de Ecuador descartó este lunes la posibilidad de un tsunami en sus costas continentales o de las Islas Galápagos, como consecuencia del terremoto de magnitud 7,6 que sacudió una zona de Japón.
«Basado en los datos disponibles por el Centro de Monitoreo Oceánico, las características del sismo no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami en la costa continental e insular de nuestro país», precisó el SGR en un mensaje por la red WhatsApp.
Las autoridades ecuatorianas, no obstante, han advertido de que hasta el próximo domingo se presentará un importante «aguaje», un fenómeno oceánico que provocará que el comportamiento del mar sea «ligeramente agitado» en un momento de alta afluencia de turistas a las playas.
Miles de personas se han desplazado hacia la zona costera del país al aprovechar el puente festivo por Año Nuevo, que se extiende hasta este lunes.
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Las autoridades japonesas activaron hoy una alerta de tsunami, con posibilidad de olas de hasta cinco metros en prácticamente todo su litoral occidental tras el fuerte terremoto de magnitud 7,6 ocurrido en la prefectura de Ishikawa, situada en el centro de la isla de Honshu, frente a la costa del mar de Japón.
El terremoto, que se sintió incluso en Tokio, se produjo en la península de Noto, en la prefectura de Ishikawa, a las 16:10 (7:10 GMT) a escasa profundidad y con una intensidad de 7 en la escalada japonesa cerrada de 7 que se centra en la capacidad destructiva de los temblores, más que en la intensidad.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha notificado después casi una veintena de réplicas y ha advertido que durante la próximas semana es muy probable que se produzcan más temblores que alcance el nivel 7 japonés.
En 2011, otro fuerte terremoto y tsunami golpearon el noreste de Japón, con más de 20.000 muertos y que provocó el accidente en la planta atómica de Fukushima. EFE