Organizaciones defensoras del medioambiente afirmaron este lunes que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha sido exitoso con su «plan para deforestar la Amazonía» luego de que el Gobierno anunciara que la deforestación en el último año fue la mayor desde 2008.
De acuerdo con los datos divulgados este lunes por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), la Amazonía brasileña perdió 11.088 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre agosto de 2019 y julio de 2020, un área un 9,5 % superior a la del año inmediatamente anterior (10.129 kilómetros cuadrados) y la mayor para el período en los últimos doce años.
La deforestación amenaza la selva
«Los números simplemente muestran que el plan de Jair Bolsonaro ha sido exitoso. Ellos reflejan el resultado de un proyecto muy exitoso de aniquilación de la capacidad del Estado y de los órganos de fiscalización de cuidar nuestros bosques y combatir el crimen en la Amazonía», afirmó, en un comunicado con tono irónico, la red de grupos ecologistas Observatorio del Clima.
«Invasores de tierras, mineros, madereros ilegales y asesinos de indios, practicando sus crímenes, supieron interpretar las señales que vienen de la Presidencia y, de forma inédita, del Ministerio de Medio Ambiente», agregó esta red que reúne 56 organizaciones ambientalistas, entre las cuales algunas internacionales como Greenpeace, WWF, Conservación Internacional y Amigos de la Tierra.
De acuerdo con la asociación, cuando el presidente asegura que va a «retirar el Estado de la nuca de los predadores de la selva, la criminalidad avanza sobre el patrimonio de los brasileños. Y cuando él y sus auxiliares van más allá del discurso y comienzan a tomar medidas en ese sentido, el crimen festeja».
Bolsonaro defiende explotación económica de la Amazonía
Los datos de deforestación divulgados este lunes son los primeros completos desde la llegada al poder el 1 de enero de 2019 del líder ultraderechista, quien defiende la explotación económica de la Amazonía y ha desmontado los órganos que fiscalizan la deforestación e incentivado el aumento de áreas de cultivo.
Según el Observatorio del Clima, el área desforestada en el último año es en un 70 % superior al promedio anual medido en la década anterior a la llegada de Bolsonaro a la Presidencia (6.500 kilómetros por año).
La red alertó que los números divulgados revelan que Brasil incumplió la meta de la Política Nacional sobre Cambios Climáticos que establece que la deforestación no puede superar los 3.925 kilómetros cuadrados por año para que el país pueda cumplir sus objetivos de reducción de emisiones contaminantes.
El área desforestada en el último año es en un 180 % superior a la meta y «coloca al Gobierno en una posición de desventaja para cumplir los compromisos que asumió como suscriptor del Acuerdo de París» (de cambio climático), alerta el consorcio.
«Como consecuencia del aumento de la deforestación, Brasil debe ser el único gran emisor de gases contaminantes en elevar sus emisiones precisamente en el año en que la economía global paró debido a la pandemia (del coronavirus)», agrega la nota.
La manifestación de los ecologistas
Los ecologistas alegan que nada de lo ocurrido es sorpresa para quienes han sido testigos del desmonte de las políticas ambientales de Brasil desde enero de 2019.
Entre las medidas de Bolsonaro que agravaron la deforestación, los ambientalistas citaron la paralización del cobro de multas ambientales, la congelación del Fondo Amazonía, el despido y persecución de fiscales ambientales, la desobediencia a informes de alerta emitidos por los técnicos y el envío al Congreso de proyectos de ley para legalizar la minería y eliminar reservas indígenas.
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«Ese conjunto de factores determinó el fracaso de la alocada operación militar en la Amazonía», afirmaron al hacer referencia a la decisión del Gobierno de enviar 3.400 militares a la selva para combatir los crímenes y los incendios.
El aumento de la destrucción de la Amazonía ha llevado a algunos países europeos a amenazar con no ratificar el acuerdo de libre comercio firmado el año pasado entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
EFE