El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha concedido poderes a la policía municipal para arrestar a aquellas personas sin vacunar contra la covid-19 que se salten el confinamiento decretado en Manila por el rebrote del virus.
«Les ordeno a los capitanes de los ‘bagangay’ (barrio) para que busquen a esas personas que no están vacunadas y pídanles u ordenen que se queden en casa. Y si se niegan, salen y andan por la comunidad, pueden ser detenidos. Si se niegan, (la policía) está facultada para arrestarlos«, dijo anoche Duterte en un discurso televisado.
CONFINAMIENTO A LOS NO VACUNADOS
La autoridad municipal de Manila impuso desde este lunes nuevas medidas que incluyen limitar la movilidad de los no vacunados contra la covid-19; esto ante el aumento de los contagios por la nueva variante ómicron, que un día después fueron ampliadas a algunas de las provincias anexas a la capital.
Bajo estas restricciones, los no vacunados deben permanecer en confinamiento, excepto para comprar bienes de primera necesidad, ir al hospital o trabajar; aunque en ese caso deberán someterse a una prueba PCR cada dos semanas que ellos mismos deben pagar.
También se prohíben las clases presenciales, los deportes que requieran contacto físico, el cierre de casinos y ferias; y la limitación del aforo en restaurantes y otros locales a entre el 30 y el 50 por ciento.
Filipinas registra un rápido aumento de contagios, vinculados en parte a la variante ómicron. Y desde el 1 de enero los casos han saltado de unos 3.000 el pasado sábado hasta los más de 17.000 registrados el jueves.
El archipiélago, que sufrió dos graves olas de la covid-19 en abril y septiembre pasados, acumula 2,89 millones de contagios, incluidos más de 51.740 muertos.
Según datos de Our World in Data, las autoridades filipinas han vacunado con la pauta completa a más del 43 por ciento de su población.
EFE