El amor de padres empieza antes de nacer y perdura más allá de la ausencia.
Esa ausencia con la que tienen que lidiar quienes no llegaron a conocer a sus bebés, aquellos que no pudieron llevarlos a casa o los que perdieron a sus hijos poco después de nacer.
Como sociedad, no siempre somos empáticos frente a esta situación.
Aunque poco a poco se van haciendo cambios, incorporando conversaciones, protocolos que nos ayuden a entender esta dolorosa realidad y a acompañar de una mejor manera a las parejas que están enfrentando un duelo perinatal.