Dos soldados del Ejército de Colombia presuntamente secuestraron y violaron a otra niña de la tribu nómada nukak makú.
Los hechos ocurrieron en septiembre del año pasado en el selvático departamento del Guaviare, reveló este lunes la revista Semana.
La denuncia se conoce cuando todavía está fresco el escándalo por la violación de otra niña indígena de 12 años, del pueblo embera-chamí.
Violaron a otra niña
Violación perpetrada hace una semana por siete militares del Batallón de Artillería San Mateo en el caserío de Santa Cecilia.
En el caso del Guaviare, revelado en Semana por el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, se señala que:
La menor de 15 años fue violada durante seis días por dos militares del Batallón de Infantería Joaquín París.
La mantuvieron secuestrada y sin darle de comer en una habitación de esa guarnición militar, que tiene sede en San José del Guaviare.
Los nukak son un pueblo de cazadores-recolectores que habita en las selvas del este de Colombia, entre los ríos Guaviare e Inírida.
Aunque se sabe de su existencia desde mediados de los años 60, no fue sino hasta 1988 cuando empezaron a tener mayor contacto.
Ellos llegaron a la localidad de Calamar huyendo de la persecución de colonos.
Autoridades enteradas
La información de Ávila añade que la niña logró escapar y luego apareció desnuda, el 12 de septiembre de 2019, por lo que fue auxiliada.
La denuncia se sustenta en documentos y siete informes de diferentes instituciones en los que se da cuenta del secuestro y violación de la menor.
Ávila dice que el Ejército tuvo conocimiento del caso y que las autoridades habían actuado oportunamente.
Pero, la denuncia no avanzó por lo que considera que hubo «negligencia» de la Fiscalía del Guaviare.
Documentos reveladores
Un de los documentos revelados en la investigación indica que el Ejército dijo en ese entonces que «una vez se tuvo conocimiento» de lo sucedido, «el Batallón de Infantería No.19 Joaquín París inició de inmediato la indagación disciplinaria No.26 de 2019, la cual fue verificada por la Procuraduría Regional del Guaviare».
Según Semana, los documentos que tiene en su poder prueban que la Procuraduría, la Fiscalía, la Policía, la Defensoría del Pueblo y el Ejército tenían conocimiento de los hechos.
Añade que incluso todas las entidades hicieron informes de la situación pero no se avanzó en la investigación.
Respuesta del Ejército
Ante la denuncia, el Ejército publicó un comunicado del Comando de la Vigésimo Segunda Brigada de Selva en el que se afirma que el Batallón Joaquín París, «tan pronto tuvo conocimiento de lo ocurrido, inició la indagación disciplinaria» verificada por la Procuraduría Regional del Guaviare, que corre a la par con una investigación penal de la Fiscalía de San José del Guaviare.
«Este Comando repudia y rechaza este tipo de hechos que trasgreden los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes. Por tal razón, en desarrollo de las investigaciones se adoptarán de forma inmediata las acciones a que haya lugar, con la mayor severidad y conforme a la ley», agrega el comunicado.
La nueva denuncia ocurre en momentos en que la conducta de miembros del Ejército es cuestionada por denuncias de abuso sexual, asesinato de civiles, espionaje y corrupción, por lo que diferentes sectores piden acciones contra los militares implicados en ilícitos.
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En el caso de la niña embera-chamí, la Fiscalía abrió una investigación de lo sucedido y a los siete acusados les formuló cargos por el delito de acto sexual abusivo, criticado por penalistas que consideran que se les ha debido imputar el de acceso carnal violento agravado con menor de 14 años.
Por su parte, la Procuraduría (Ministerio Público) les abrió un proceso disciplinario por acceso carnal violento agravado.
Asociaciones de pueblos indígenas se han manifestado en los últimos días frente a unidades militares en Bogotá, Cali y Pereira para exigir justicia en el caso de que violaron a otra niña embera-chamí.
EFE