Stanislaw Kostsew, de 19 años, y su hermano Illya, de 21 fueron ejecutados en Bielorrusia tras ser declarados culpables de apuñalar a su profesora Natalya Kostritsa y posteriormente incendiar su casa para intentar eliminar la evidencia.
La decisión de la corte de Bielorrusia fue que sean ejecutados tras constatar el asesinato de la exprofesora con alrededor de 100 puñaladas.
Los jóvenes entraron a casa de la educadora y la apuñalaron durante toda la noche hasta matarla, indicaron las autoridades tras las investigaciones, reportan medios extranjeros.
Los hermanos fueron descubiertos cuando la policía encontró la computadora de la maestra en su casa. Fue entonces que confesaron el hecho.
Pese a que suplicaron clemencia hasta al mismo presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, fueron ejecutados luego que el mandatario los calificara como “escorias”.
“¿Para qué? ¿Por qué protegerlos? Ellos la apuñalaron y la cortaron durante toda la noche. Ella rogó y al final la mataron a pesar de sus súplicas”, dijo el gobernador.
Los hermanos pidieron una oportunidad de vida, al tiempo que la madre de la víctima, Vera Gordievitch señaló: “¿Y a mí quién me devolverá a mi hija? Posteriormente, recibieron un tiro en la cabeza.