España especulaba el martes sobre el paradero del rey emérito Juan Carlos I, un día después de anunciar que se iba del país a un lugar no revelado en medio de un creciente escándalo financiero.
En una carta publicada en el cibersitio de la Familia Real el lunes, Juan Carlos de Borbón le comunicó a su hijo, el rey Felipe VI, que se mudaba fuera del país “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”.
Juan Carlos I está en el centro de investigaciones oficiales tanto en España como en Suiza sobre posibles irregularidades financieras.
El sorpresivo anuncio del rey emérito tomó desprevenidos a la mayoría de los españoles. Ni la Casa Real ni el gobierno dijeron a dónde fue.
El diario ABC reportó el martes que el monarca retirado había dejado España el domingo y que voló desde Oporto, en el vecino Portugal, a República Dominicana. La Vanguardia dijo también que se encontraba en la nación caribeña, aunque de forma temporal. El Confidencial, por su parte, apuntó que podría estar en Portugal, donde pasó parte de su infancia en el exilio, o en Francia o Italia, donde tiene familia y amigos.
Al rey emérito, de 82 años, se le atribuye haber colaborado en la restauración pacífica de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
Asediado por los escándalos en el último año de su reinado, Juan Carlos abdicó en favor de su hijo Felipe en 2014, perdiendo la inmunidad que la Constitución española le concede al jefe del Estado.
Tras el anuncio de Juan Carlos de Borbón, algunos pidieron la abolición de la monarquía en el país. El partido de izquierdas Unidas Podemos, socio minoritario de la coalición de gobierno, quiere un debate público sobre la creación de una república.
“No existe motivo alguno para continuar cargando con una monarquía carente de los mínimos valores éticos”, dijo la formación en un comunicado el lunes en la noche.
Pero el Partido Socialista, que encabeza el ejecutivo, no ha mostrado disposición alguna a seguir ese camino y declaró su apoyo a Felipe VI. Pese a esto, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, dijo recientemente que las noticias en torno a Juan Carlos I eran “inquietantes”.
El abogado de Juan Carlos, Javier Sánchez-Junco Mans, señaló que el exmonarca le había pedido dejar claro que aunque estará fuera del país, seguirá estando disponible para cooperar en cualquier investigación.
El rey emérito no puede ser juzgado por supuestos delitos cometidos cuando estaba en el trono porque tenía inmunidad. Sin embargo, podría ser procesado por actos perpetrados desde 2014.
En un comunicado en junio, la Fiscalía anunció que estaba investigando si Juan Carlos I había recibido millones de dólares en sobornos de Arabia Saudí durante la construcción de un tren de alta velocidad allí por parte de un consorcio español.
Desde entonces, los medios españoles han estado publicando perjudiciales testimonios de una pesquisa independiente en Suiza por los millones de euros (dólares) que presuntamente el fallecido rey Abdullah le entregó al monarca español.
Al parecer, Juan Carlos habría transferido una gran suma de dinero a una antigua compañera en lo que los investigadores consideran un posible intento de ocultar el dinero a las autoridades.
La compañera, Corinna Larsen, es una empresaria germano-danesa a quien los medios españoles llevan años relacionando con el rey emérito. La fiscalía española solicitó que testifique en el caso en septiembre en Madrid.