El distrito Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil, es el más violento de la Zona 8. Se han registrado dos asesinatos en los exteriores de planteles educativos, donde no existe seguridad como se prometió.
Hace dos semanas el gobernador del Guayas, Lorenzo Calvas, en los exteriores de un plantel educativo ubicado en La Ladrillera, noroeste de Guayaquil, prometió seguridad, tras el asesinato de un adolescente que recibió varios tiros cerca del lugar. Ahora se conoce que el crimen estaba relacionado con temas de microtráfico.
No obstante, pese a esta alerta ni policías, militares o metropolitanos vigilan el lugar. Ante la falta de seguridad, los padres de familia se han organizado para cuidar a los estudiantes.
«Aquí no hay seguridad para nuestros hijos», señala indignada una madre de familia, quien resguarda a su hija cerca de una ventana de la institución.
Este colegio está ubicado en el distrito Nueva Prosperina, actualmente el más violento de la Zona 8, que comprende Guayaquil, Durán y Samborondón.
En esta zona se han registrado 219 muertes violentas. Pese a ello, los planteles educativos no cuentan con ningún tipo de seguridad, incluso las ventanas apenas están cubiertas con madera y las cortinas se caen en pedazos.
Además, los integrantes de organizaciones delictivas abiertamente deja sus huellas colocando graffitis en las paredes del sector.
A este mismo distrito pertenece al colegio ubicado en el sector de Horizontes del Fortín, donde asesinaron a una mujer que, según agentes de inteligencia de la Policía Nacional, operaba para la organización delictiva de alias ‘El Viejo’, dedicados al expedio de drogas.
Por ello, los padres de familia de planteles educativos ubicados en Nueva Prosperina exigen seguridad en medio del temor e indignación. Piden que la presencia policial, militar y de los metropolitanos de forma constante.