Las palabras “realmente lamento el dolor que les causé” no se han escuchado mucho en la era del #MeToo. Así que cuando la soprano uruguaya Luz del Alba Rubio se despertó el martes para encontrarse con una disculpa del ídolo de la ópera Plácido Domingo, se estremeció.
“Sentí como que habíamos vencido a Goliat. Ahora no tenemos que tener miedo de pronunciarnos”, dijo Rubio, quien sumó el martes su voz a las de las mujeres que acusan al tenor de acoso sexual y abuso de poder.
Domingo emitió su disculpa luego que el gremio estadounidense que representa a gran parte del mundo operístico dijo que sus investigadores encontraron que el astro y exdirector general de la Ópera Nacional de Washington y la Ópera de Los Ángeles se había comportado inapropiadamente en el curso de dos décadas.
“Me he tomado un tiempo durante los últimos meses para reflexionar sobre las acusaciones que varias compañeras han hecho en mi contra”, dijo Domingo en un comunicado en relación con los hallazgos. “Respeto que estas mujeres finalmente se sintieran lo suficientemente cómodas para hablar y quiero que sepan que realmente lamento el dolor que les causé. Acepto toda la responsabilidad de mis acciones”.
Sus palabras representaron un impactante giro de las declaraciones iniciales del cantante, quien mostró incredulidad ante las denuncias reportadas el año pasado por The Associated Press de que acosó sexualmente a múltiples mujeres.
“Creía que todas las relaciones siempre eran consensuadas”, dijo en agosto.
En septiembre, cuando la AP reportó más denuncias, Domingo dijo que éstas estaban “plagadas de inconsistencias y, como en la primera historia, en muchos sentidos, simplemente son incorrectas”.
El resultado final de la investigación realizada por el Sindicato Estadounidense de Artistas de la Música no se ha hecho público, pero personas familiarizadas con los hallazgos dijeron a la AP que los investigadores encontraron a 27 personas que dijeron que sufrieron acoso sexual o atestiguaron conducta inapropiada por parte de Domingo.
Al igual que con las denuncias hechas a la AP, la investigación halló acusaciones de contacto físico no solicitado que fue desde besos en la boca hasta manoseo, llamadas telefónicas a altas horas de la noche en las que Domingo pidió a las mujeres que fueran a su residencia, e invitaciones a salir con él con tal persistencia que algunas se sintieron acosadas, dijeron las personas familiarizadas con los hallazgos.
La investigación, realizada por abogados del despacho Cozen O’Conner, halló que las acusaciones eran creíbles y que mostraban un claro patrón de abuso de poder por parte de Domingo entre las décadas de 1990 y 2000, según las personas familiarizadas con el contenido, que hablaron a condición de anonimato por no estar autorizadas a difundir públicamente la información.
Rubio dijo que apreciaba la disculpa de Domingo, pero que claramente era el trabajo de abogados y que carecía de convicción.
“Antes, era un negador. Entonces, era una víctima. Ahora, está buscando redención”, dijo la cantante uruguaya. “Si lo dice en serio, si realmente lo lamenta, le pediría que se disculpe con nosotras, cara a cara. Ha habido mujeres sufriendo por 20 años. Él debe pedir nuestro perdón”.
Rubio dijo que era una veinteañera cantando en Roma en 1999 cuando Domingo la oyó y le pidió que fuera a la Ópera Nacional de Washington, donde se desempeñaba como director artístico.
Ella estaba emocionada de recibir papeles en tres óperas, pero dijo que Domingo comenzó a llamarla constantemente, a menudo tarde por la noche, y que era incómodamente afectuoso, besándola a cada rato muy cerca de los labios y tocándola. Pero él era su ídolo de la infancia y una de las personas más ponderosas en la industria, así que cuando la invitó a su apartamento una noche para revisar un video de ella cantando, Rubio aceptó. Él comenzó a besarla, dijo, y ella lo apartó diciéndole: “Maestro, no puedo hacer esto, no soy ese tipo de persona”.
Después de eso, más nunca fue contratada para trabajar en la Ópera Nacional de Washington y los papeles que él le había prometido nunca se materializaron, dijo Rubio.
Las cantantes Patricia Wulf y Angela Turner Wilson, dos acusadoras que relataron sus versiones en historias previas de la AP, expresaron sentimientos encontrados sobre la nueva declaración de Domingo.
“Aprecio sinceramente su disculpa, de verdad que sí”, dijo Wulf, una mezzosoprano. Pero también llamó al sindicato a apoyar a sus acusadoras y expulse a Domingo de su membresía.
En un comunicado conjunto, Wulf y Wilson dijeron: “Una expulsión del gremio señalaría que la industria está aprendiendo de sus errores y que el acoso y abuso sexual — perpetrado con la complicidad de la industria — no será tolerado en el futuro”.
Wulf ha descrito repetidas proposiciones no deseadas por parte de Domingo cuando cantó con él en la Ópera Nacional de Washington en 1998. Wilson, una soprano, dijo que después de semanas detrás de ella, Domingo le metió la mano bajo la bata y le tomó un pecho desnudo entre bambalinas en la Ópera Nacional de Washington en 1999.
Wulf señaló que la disculpa y admisión de Domingo al día siguiente de la condena de Harvey Weinstein resaltaba las gamas de acoso que pueden existir en el sitio de trabajo — particularmente en el mundo del espectáculo.
Ella y otras dijeron que las aterraba que las pusieran en una lista negra o acabaran con sus carreras si lo denunciaban o rechazaban sus avances.
Domingo, de 79 años, abordó ese temor en su declaración del martes.
“Entiendo ahora que algunas de esas mujeres pudieran tener miedo para expresarse sinceramente porque les preocupaba que sus carreras se vieran afectadas. Aunque no fue mi intención, nunca nadie debería sentirse de esa forma”, expresó. “Estoy comprometido con promover un cambio positivo en la industria de la ópera, para que nadie más deba pasar por una experiencia así. Es mi ferviente deseo que el resultado será un lugar de trabajo más seguro para todos en la industria de la ópera, y espero que mi ejemplo en el futuro anime a otros a seguirlo”.
En un breve comunicado, el sindicato dijo que la investigación encontró que Domingo “estuvo involucrado en actividad inapropiada, que va desde coqueteo hasta avances sexuales, dentro y fuera del lugar de trabajo”. Cuando se le pidió más detalles, la vocera Alicia Cook dijo que el sindicato no planea publicar el reporte.
Un email interno enviado el martes a la Junta de Gobernadores del gremio que fue visto por la AP dijo que el sindicato ha estado negociando discretamente un acuerdo de 500.000 dólares con Domingo a cambio de una promesa para no revelar detalles de la investigación, pero que el trato se derrumbó luego que los hallazgos fueron filtrados a la AP.
La vocera de Domingo, Nancy Seltzer, refutó esa versión. “Nuestras discusiones con el sindicato están en curso. Nada está descartado”.
La abogada especializada en acoso sexual Debra Katz, quien representa a Wilson y Wulf, llamó al sindicato a hacer públicos los hallazgos de la investigación.
“Es un escándalo que no estén emitiendo este reporte”, dijo, y agregó que “él ha dicho que ha aprendido. ¿Qué ha aprendido? ¿Ha aprendido que tirarles los tejos a las mujeres y manosearlas no está bien? Esta disculpa es demasiado poco y demasiado tarde”.
AP