El médico al mando del grupo de expertos encargado de combatir el coronavirus en la región peruana de Ayacucho fue despedido después de recomendar tratar COVID-19 con dióxido de cloro.
Amílcar Huancahuari hasta el viernes era jefe del comando COVID-19 en esta región del sur de los Andes peruanos. Sin embargo fue separado porque pidió repartir a la población dióxido de cloro. Una sustancia que se usa como desinfectante para superficies industriales y que no es apta para el consumo humano.
«Esos frasquitos de solución de dióxido de cloro deben de distribuirse a todos los que presenten síntomas de COVID-19. A los que tengan dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza y hasta dificultad respiratoria. Ya se ha ido probando con personas con la COVID-19 y estas han mejorado notablemente», aseguró Huancahuari durante una conferencia de prensa.
El gobernador regional de Ayacucho, Carlos Rúa, aclaró en otra rueda de prensa que la recomendación del médico se realizó a título personal. Pues nunca lo había mencionado en las reuniones del comando.
Y a las pocas horas anunció que había sido cesado como jefe de este comité de expertos de la región peruana.
PELIGROSA RECETA
Rúa explicó que un médico, y más en esa posición de responsabilidad pública, no puede dar recetas a título personal que pongan en riesgo la vida de la población. Y además, no puede pasar por encima de las directivas y las guías establecidas por el Ministerio de Salud.
«Le comunico a la población que, bajo estas circunstancias, no es posible que se estén dando recetas médicas por encima de lo que dice el ministerio», recalcó Rúa.
La misma Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud de Perú ya señaló en noviembre de 2019 que el dióxido de cloro es «un poderoso agente blanqueador. Y su consumo puede causar graves daños a la salud, siendo algunos potencialmente mortales».
Anteriormente ya habían lanzado avisos similares la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y otras autoridades sanitarias de países como Estados Unidos, Canadá, España, Francia, Argentina, Brasil, Colombia y Chile.
La OMS alertó que no hay evidencias de que el dióxido de cloro sea eficaz para uso médico. No solo para tratar el coronavirus sino cualquier otra enfermedad.
FRAUDULENTAS PROMESAS
Sin embargo, es habitual encontrar el dióxido de cloro comercializado fraudulentamente en internet. En este lugar se venden bajo el nombre de Solución Milagrosa Mineral (MMS) o clorito de sodio para distintas enfermedades, como el VIH/Sida, el cáncer, el autismo, la hepatitis, el cáncer, la gripe, la malaria y ahora la COVID-19.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) también aseguró que, lejos de tener evidencia de la seguridad o eficacia del dióxido de cloro, «presentan riesgo considerables a la salud de los pacientes».
La FDA ha recibido reportes de personas que experimentaron eventos adversos graves después de tratar COVID-19 con dióxido de cloro. Entre ellos insuficiencia respiratoria, cambios en la actividad eléctrica del corazón, baja presión arterial mortal causada por deshidratación, insuficiencia hepática aguda, vómitos y diarrea severa.
Perú es el segundo país de Latinoamérica y el octavo del mundo con más casos confirmados de COVID-19, con 220 749 contagiados, de los que 6 308 han fallecido.
A pesar de ser el primer país de América Latina en decretar la cuarentena general y obligatoria el 16 de marzo, la pandemia se ha expandido. Especialmente en el últimos mes, cuando se flexibilizó el confinamiento para reactivar la economía.
Con información de EFE