Investigadores de la Universidad de Kyushu, en el sudoeste de Japón, y un fabricante de equipos médicos del país han desarrollado un test de anticuerpos de la COVID-19 usando gusanos de seda, para el que no es necesario ir a un centro médico.
Las empresas emergentes Kaico, dependiente de la institución universitaria, y Protects, de la ciudad de Wako (al oeste de Tokio), son los responsables del kit. Estas empresas requieren que quien lo utiliza envíe por correo postal una pequeña muestra de sangre, según detalles publicados este sábado por la agencia local de noticias Kyodo.
Los resultados tardan aproximadamente una semana en conocerse y el servicio, que lleva en funcionamiento desde mediados de octubre, está orientado a empresas y organizaciones.
El kit «puede contribuir a reducir el riesgo de infección entre los empleados», dijo el presidente de Kaico, Kenta Yamato, al citado medio nipón.
El sistema por correo evita la visita de instituciones médicas y, basándose en sus resultados, las empresas pueden gestionar mejor su personal, recomendando. Por ejemplo, que aquellos que hayan dado negativo eviten viajar al extranjero para minimizar riesgos, dijo.
Al evitar la visita a instituciones médicas, el kit «puede contribuir a reducir el riesgo de infección entre los empleados», dijo el presidente de Kaico, Kenta Yamato, al citado medio nipón.
INVESTIGACIONES CON EL GUSANO DE SEDA
La Universidad de Kyushu es conocida por sus investigaciones con gusanos de seda, en los que lleva trabajando más de cien años.
El promotor del nuevo kit ha sido el trabajo del profesor Takahiro Kusakabe y su equipo. Científicos que han descubierto que cierto tipo de gusano de seda produce una proteína utilizada en la producción de una potencial vacuna para la COVID-19, en la que llevan trabajando meses.
Poco después de la explosión de la propagación de la COVID-19, un equipo dirigido por Kusakabe logró cultivar dentro de un gusano de seda una proteína artificial que tiene una estructura idéntica a la proteína con corona de picos en la superficie del SARS-CoV-2.
Las firmas usaron esta proteína artificial para desarrollar un test de anticuerpos de COVID-19.
Las pruebas de antígenos como ésta pueden determinar si alguien ha estado infectado con el virus con anterioridad. A diferencia del test PCR, que detecta a la persona que está infectada en el momento de la prueba y que puede ser contagiosa.
EFE