Son madres y no se dan por vencidas. Elizabeth Rodríguez y Alexandra Córdova son dos mujeres que se han enfrentado al sistema en busca de la verdad de lo ocurrido con sus hijos, Juliana y David, desaparecidos en Quito.
El caso María Belén Bernal -desaparecida en la Escuela Superior de Policía y hallada enterrada a los 10 días después de la fuga del principal sospechoso y de la manipulación de evidencias- les recuerda que la cadena de omisiones no es un hecho aislado en las investigaciones de la Policía y de la Fiscalía, así como el incumplimiento de protocolos de los investigadores. Elizabeth y Alexandra aún buscan a sus hijos.
Juliana Campoverde fue vista por última vez la mañana del 7 de julio del 2012. Por seis años, 10 fiscales que conocieron el caso no dieron paso a las diligencias solicitadas por la familia, la cual, desde el inicio, sospechó de un pastor evangélico, que conocía a la joven de 18 años y hasta se hizo pasar por otra persona en Facebook, en el contexto de su desaparición.
David Romo desapareció el 16 de mayo del 2013, tras tomar un bus de transporte público en las inmediaciones de la Universidad Central del Ecuador, en Quito. Por el caso fueron salpicados miembros de la Policía; versiones señalaron que el joven fue llevado a una clínica clandestina en el noroccidente de la ciudad.
Madre de Juliana: El fiscal dijo ‘ya ha de regresar embarazada’
“Han pasado 3 728 días que estoy sin mi hija, en la impunidad total”, dice Elizabeth Rodríguez, madre de Juliana Campoverde, quien cuestiona que, tras la denuncia de la desaparición, lo único que recibió de las autoridades fue una falta de sensibilidad y machismo.
Elizabeth recuerda que al denunciar la desaparición de su joven hija las autoridades solo “generaron estereotipos, pero no la buscaron”.
“En primera instancia, el primer fiscal lo único que dijo es que espere nomás 8 meses, que ya ha de regresar mi hija embarazada”, se duele la madre, 10 años de la desaparición de Juliana.
El pastor evangélico cumple una condena de 25 años en la cárcel por el delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte, pero los restos de la joven no han sido encontrados. “Cada una de las instituciones se lanzan la pelotita y la verdad que no le busca a mi hija. Hasta ahora tengo esa incertidumbre total de no sabér dónde está”, confía Elizabeth Rodríguez.
Madre de David: En la PJ me dijeron ‘debe estar en la playa’
“Han transcurrido 9 años cinco meses y el caso está peor que al inicio, porque el Estado ecuatoriano, en fiscales, policías, jueces y demás autoridades que han estado dentro de este proceso investigativo, desde aquella fecha en que a mi hijo lo desaparecieron, simplemente ha cometido una serie de negligencias, de omisiones, acciones que han permitido que hasta el día de hoy mijo continúe desaparecido”, cuestiona Alexandra Córdova, madre de David Romo.
“Cuando yo fui a la Policía Judicial (PJ) a poner mi denuncia para que busquen a mi hijo, un tiempo valiosísimo se perdió. Dijeron: Hay que esperar 48 horas; otro desaparecido más; ya ha de regresar, debe estar en la playa”.
“Mi hijo desapareció con un teléfono celular inteligente, un teléfono que deja rastro, que deja huellas en cada celda; sin embargo, hasta el día de hoy la Fiscalía y los expertos investigadores no han rastreado esa última llamada”, denuncia Alexandra Córdova.
Elizabeth Rodríguez y Alexandra Córdova son dos madres que no pararán la lucha hasta que el Estado sea capaz de responder a la pregunta ¿dónde están? sus hijos.