Decenas de miles de franceses han comenzado a manifestarse este sábado en varias ciudades del país para protestar contra las medidas de contención del coronavirus; especialmente contra el pase sanitario, que facilita el acceso a lugares públicos para los vacunados.
Por quinta semana consecutiva, estas manifestaciones han agrupado un heterogéneo grupo que une a los que niegan la efectividad de las vacunas contra la covid, a los que muestran su descontento con la política del Gobierno de Emmanuel Macron.
A pesar de que aún no había cifras disponibles, se estima que serán en torno a 250.000 los manifestantes en todas las marchas convocadas en Francia, las principales en la capital París; un número ligeramente superior al del sábado pasado.
El aumento de las protestas sucede cuando acaba de entrar en vigor este lunes el llamado pase sanitario; un código que las autoridades francesas emiten digitalmente que permite ir a los hospitales, cines, museos, trenes y otros espacios públicos.
Este código, validado por los jueces el Constitucional francés, se genera cuando una persona tiene la pauta de la vacuna completa, un test de antígenos o PCR negativo con 72 horas de validad o un certificación de cura de la covid.
«EL PAÍS DE LAS LIBERTADES»
«Lucho contra esta especie de dictadura en la que se ha convertido Francia, el país de las libertades», denunció en declaraciones a varios medios Carlo Alberto Bursa, un abogado de origen italiano que lideró una de las tres manifestaciones que se celebraron este sábado en París.
Este código al que alude Bursa -validado por los jueces del Constitucional francés- se genera cuando una persona tiene la pauta de la vacuna completa, un test de antígenos o PCR negativo con 72 horas de validad o un certificación de cura de la covid.
En la protesta a la que acudió este letrado, considerado una especie de gurú por los críticos a las restricciones por la pandemia, partió de la plaza de la Bolsa, en pleno centro de París.
Valérie, de 54 años, escogió esta movilización después de haber visto un vídeo por Internet precisamente de Bursa. La mujer trabaja en un centro sanitario de la zona de París, en la parte de la restauración.
«Me he vacunado a la fuerza por miedo a perder mi trabajo, creo que me han envenenado. Lo que me ha hecho venir hasta aquí ha sido que mi jefe me ha hecho firmar un papel que me habilita a controlar el pase sanitario de otros. Yo no soy policía, ni médico», se desahogó ante EFE.
MASIVAS PROTESTAS
Además de la protesta que se inició en la Bolsa, otras dos se celebraron en diferentes puntos de la capital, una promovida por el minoritario partido de ultraderecha «Los Patriotas» (fundado por Florian Philippot, el exnúmero 2 de Marine Le Pen) y otra por grupos que se identifican como «chalecos amarillos», un célebre movimiento de contestación nacido en 2018.
La de «Los Patriotas» estuvo plagada de banderas francesas y de críticas contra la política del presidente Emmanuel Macron. La de los «chalecos amarillos» acogió una parte de la extrema izquierda y los antisistemas y también condensó eslóganes contra el presidente galo.
En la mayoría de protestas, en las que al menos hasta media tarde no se habían registrado problemas de orden público, se vieron muchas pancartas en favor de la libertad individual y contra el control sanitario de las autoridades. También se avistaron mensajes contra la tecnología «5G» o contra una eventual vacunación obligatoria contra la covid.
EFE