La Asamblea Nacional debate el tratado de libre comercio (TLC) entre Ecuador y China, este miércoles 7 de febrero del 2024. Este acuerdo, negociado en el gobierno del expresidente Guillermo Lasso, genera cuestionamientos.
Organizaciones ecológicas aseguran, el 16 de enero del 2024, que con este acuerdo el país se podría convertir en un basurero tóxico. 87 colectivos ecologistas, defensores de derechos humanos, académicos y sindicales de Ecuador expresaron su preocupación si se ratifica en la Asamblea Nacional el acuerdo comercial firmado con China en el 2023.
Según el documento difundido por Alianza Basura Cero Ecuador, el TLC con China incluye cláusulas que permitirían el ingreso al país de materiales que podrían convertirse en «desechos de distinto tipo: eléctricos, electrónicos, farmacéuticos, chatarra, baterías, pilas, vidrio, plásticos, cenizas y líquidos contaminados con tóxicos muy peligrosos«.
El grupo de organizaciones sociales también dijo temer sobre un planteamiento del acuerdo comercial. Señalan que, en el ámbito de la cooperación ambiental«, incluye «la energía nuclear o la fabricación de plásticos de un solo uso que suponen riesgos muy altos y contaminación, incluso radioactiva«.
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Además, según las organizaciones, el convenio con el gigante asiático abre la posibilidad de que aumente en Ecuador «la pesca y exportación de tiburones y de otras especies amenazadas, como orquídeas».
«Nuestro país no puede convertirse en un basurero de China ni los pueblos pueden ser sometidos a mayor despojo, violencia y empobrecimiento para beneficio de las élites ecuatorianas y las transnacionales chinas», agregan las organizaciones en el documento.
Desechos y pesca en Galápagos
Ante estos cuestionamientos, el exministro de la Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca de Ecuador., Julio José Prado, quien participó en las negaciones de este acuerdo, dijo que las afirmaciones de los grupos ecologistas son falsas y carece de sustento.
«Todas las dudas ambientales son válidas y las tuvimos en cuenta. El texto tiene varias restricciones explícitas y hace referencia a ley ambiental por sobre lo comercial. Lo negociado no pone en peligro al ambiente, sí beneficia a millones con más exportación y empleo«, señaló en su cuenta X tras explicar a detalle porque Ecuador no se convertiría en un basurero tóxico.
Prado dice que en el TLC con China se incluyó clausulas en las que «se deja explícito en el texto que todo producto solo puede ser importado si cumple antes todas las leyes del país». Es decir, que con este acuerdo se prohíbe, controla y restringe el ingreso de productos, como plásticos usados o residuos y desechos.
También, asegura que constan artículos donde se establece que «no se puede importar mercadería usada, remanufacturada, químicos peligrosos, residuos peligrosos, autos usado y neumáticos, etc.». Y recordó que «la importación de chatarra y ciertos desechos para uso industrial están normados en Ecuador y, según el Código Orgánico del Ambiente (COA), deben cumplir requisitos estrictos y trazabilidad de la empresa que importa».
Sobre las presuntas afectaciones a la fauna marina, el exministro aseveró que en el acuerdo no se establecen clausulas que reemplacen a las leyes. Prado afirma que en ellas se establece claramente la prohibición de exportación y captura de las especies.
«Nada está sobre nuestra ley y las especies protegidas, eso es delito (…). Dicen que el texto reconoce la pesca en aguas internacionales como «trato nacional» y eso permite que ingresen en Galápagos los barcos chinos. FALSO. Galápagos no es agua internacional, chinos no pueden nunca entrar, y pesca (ecuatoriana) está muy controlada y restringida«, concluyó.
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