Poco a poco se revela la ruta que siguió el dinero entregado, a través de las fallidas inversiones del Instituto de Seguridad Social de la Policía, al empresario fantasma Jorge Chérrez.
En la lista de transacciones no solo aparecen exfuncionarios del Isspol sino políticos y empresarios.
El «mago» fungía de asesor, empresario y hasta de prestamista.