En una carrera contra el coronavirus — que registra un rebrote en Cuba — las autoridades arrancaron la vacunación de embarazadas y lactantes, un sector que reporta incremento de contagios.
“Estoy agradecida”, dijo el jueves a The Associated Press Johana Padrón, de 31 años y 35 semanas de gestación. Ella llegó junto a otra veintena de mujeres convocadas para la jornada a un policlínico capitalino. “Ha sido un gran logro. Antes no nos podíamos vacunar porque no sabíamos cuál era la reacción”.
En días recientes, el Ministerio de Salud indicó que serían vacunadas las mujeres cursando el segundo y tercer trimestre de embarazo y las lactantes mayores de 19 años.
Una a una las madres y gestantes fueron revisadas por un médico, se les tomó la temperatura y la presión y se les dio una charla informativa sobre COVID-19 y su salud. Tras vacunarlas se mantuvieron en observación para monitorear posibles reacciones.
Las embarazadas reciben Abdala, uno de los dos inmunizantes creados por Cuba en un esquema de tres dosis. La isla es la única nación latinoamericana que tiene antígenos propios y los científicos aseguran que su eficacia es superior al 90% contra el desarrollo de la enfermedad.
Cifras oficiales indicaron que entre marzo y diciembre de 2020 se contagiaron 110 embarazadas, mientras que de enero a mediados de julio de 2021 la cifra ascendió a dos mil. El presidente Miguel Díaz-Canel dijo que unas 22 gestantes habían fallecido por COVID-19.
En un reporte del portal oficial Cubadebate, la ginecóloga Sarah Urgellés indicó que en los últimos meses hubo “un aumento significativo” entre las gestantes “y que pasan a estados graves y críticas de la enfermedad”. Según dijo, en 2020 el 75% de las cubanas en estado de gestación que eran positivas al virus cursaron la enfermedad asintomáticas, pero con la aparición de cepas más agresivas evolucionan a situaciones más complicadas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda la vacuna para las embarazadas que corren alto riesgo de infectarse o que tienen afecciones que las harían más vulnerables a una enfermedad grave. Estos incluyen obesidad, diabetes e hipertensión arterial.
El jueves el director de Epidemiología de la isla informó que el acumulado de casos de positivos asciende a 431.013 personas y 3.184 fallecidas.
El epicentro del rebrote de la pandemia en Cuba –que había logrado un control relativo el año pasado– se encuentra actualmente en la provincia de Ciego de Ávila, luego de que la pasada se lograra disminuir los casos y muertes en Matanzas. Cienfuegos, La Habana, Guantánamo y Santiago también muestran cifras alarmantes.
Cuba, con 11 millones de habitantes, indicó esta semana que habían aplicado 10 millones de vacunas y 2,6 millones de personas ya tenían las tres dosis.