Vivir la «pasión» por el fútbol y la «locura» que le sugiere la Copa América es una de las asignaturas pendientes que se había fijado del nuevo seleccionador de Ecuador, Jordy Cruyff.
Me atrae mucho la idea de vivir una Copa América con toda la emoción y todo lo que se respira en el fútbol en esta parte del mundo, que es especial, que es muy extremo», afirmó a Efe el nuevo seleccionador absoluto de Ecuador.
En su primera entrevista tras haber asumido funciones el pasado lunes en una gala en la que participó el presidente de la nación andina, Lenín Moreno, Cruyff destacó que ese campeonato era «un punto de atracción que tenía que vivir».
«En mi carrera, he tenido la suerte de jugar cuatro años en la Premier League de Inglaterra, que también es uno de esos sueños que tienen los jugadores de fútbol», matizó el técnico hispano-holandés.
«Como entrenador, uno también sueña con estar en un Mundial, pero la Copa América tiene un tema diferente por la pasión que hay en esta parte del mundo por el fútbol. !Es una locura y quiero vivirla!».
Un deseo que verá cumplido a partir del 12 de junio cuando Ecuador afrontará una fase de grupos en la que fue emparejado con las selecciones de Brasil, Colombia, Perú, Venezuela y Catar.
La Copa y las eliminatorias del Mundial de Catar son las pruebas de fuego del nuevo entrenador de Ecuador, que llega al país después de dos años de decepciones por parte de la afición y la Federación.
Para Cruyff, que desarrolló su carrera como jugador en varios países europeos, y como entrenador en equipos de Israel y China, América es una nueva experiencia profesional, como lo es hacerse cargo de una selección nacional.
«Es un reto bonito», dijo a Efe.
Y explicó que entrenar «a nivel de selección, cambia un poco por el tema de gestión», pero hablará «con amigos para entender un poco mejor» el desafío y para ganar tiempo en el proceso de adaptación.
De 45 años, el técnico aseguró que ya ha observado a algunos jugadores que le han sorprendido por sus capacidades, si bien declina dar nombres a estas alturas porque acaba de llegar y el trabajo está aún por delante.
Sus primeros cuatro días en Ecuador, país que ha abandonado de momento para regresar en febrero, le han servido a nivel profesional para conocer «la estructura», a «los jóvenes que aprietan», «la ciudad deportiva», los «espacios profesionales» para entrenar y jugar fútbol».
Cruyff no oculta su satisfacción por la «calurosa» bienvenida que ha sentido a «nivel humano».
«Ha sido una bienvenida tremenda», dijo.
«Estoy contento de ser parte de este grupo para hacer crecer el fútbol local, con la ayuda de los que ya han hecho un trabajo previo que no hay que ignorar», añadió.
Sobre la afición local, destaca que en Ecuador «se respira las ganas y casi la necesidad de que puedan sentirse orgullosos de su selección», lo cual «aumenta la presión porque la gente en fútbol quiere resultados inmediatos».
«Aunque ese entusiasmo también te motiva para trabajar más y cumplir con la expectativa y la ilusión que se respira», puntualizó. EFE