Por Redacción Transmedia Digital |
Los niños nunca mienten. Esa es una verdad irrefutable para los expertos, quienes aseguran que en la primera infancia, los menores no conocen el concepto de mentir. Tener conversaciones con ellos y creer en lo que dicen es fundamental para generar buenas relaciones a largo plazo y evitar que sean víctimas de abusos de cualquier tipo.
La psicóloga infantil y psicorrehabilitadora Karla Endara explica que los niños, a partir de los 5 años, tienen un ‘estallido’ en el lenguaje verbal y explota su creatividad e imaginación. En ese momento ellos empiezan a contar historias basadas en su percepción del mundo, por lo que es importante respaldarlos para forjar una relación de confianza y seguridad en los menores.
“Es muy importante que siempre que nuestro hijo nos cuente algo, le creamos”, dice la experta. Esto permitirá buscar soluciones a los conflictos desde el mismo plano emocional en el que se mueven los niños constantemente y lograr respuestas claras y respetuosas para ellos.
Sostiene que una de las claves para mejorar la relación entre padres e hijos es manejar una comunicación asertiva. De este modo, los pequeños se sentirán confiados al contar cualquier situación y no sentirán miedo a los castigos o reprimendas.
Es importante que en la primera infancia el niño se sienta escuchado. Así, en las diferentes etapas evolutivas acudirá primero a sus padres en cualquier situación, lo que permitirá prevenir situaciones que pueden causarles daño. “La idea es que los niños o adolescentes sepan que sus padres serán las personas que siempre podrán ayudarlos y no tener miedo a que les castiguen”, sostiene.
En situaciones de violencia, maltrato o abuso, señala la experta, es importante saber escuchar, ya que los niños tienen discursos muy estructurados que podrían no estar de acuerdo a su desarrollo cognitivo. Esta sería una primera señal para acudir con un profesional e indagar más a fondo cada caso. “No podemos creer que los niños se inventan cosas para llamar la atención”, dice Endara.
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Procesos de comunicación previos
María Elena Narváez, directora de educación online de la Universidad Internacional SEK, precisa que para lograr altos niveles de confianza es necesario generar espacios de comunicación alrededor de cosas cotidianas como los alimentos, las rutinas de los niños, etc.
Esta será la base para luego abordar temas más profundos y complicados como el abuso, el bullying, acoso, maltrato, entre otras situaciones a las que pueden estar expuestos los pequeños en su día a día.
Además es importante enseñarles a distinguir las situaciones que atraviesan y las emociones que estas desatan. Por ejemplo, si sienten miedo, ira, dolor, tristeza es necesario acompañarlos a sobrellevarlas en lugar de descalificarlas. Esto, según Narváez, se logra con interacciones lo más largas posible entre todos los miembros de la familia.
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