¿Quién se puede resistir a unas jugosas y suaves costillas de cerdo, bañadas en una deliciosa salsa? Todo comienza al elegir una pieza fresca y de buena calidad. Esta debe tener una capa de carne uniforme y una cantidad adecuada de grasa para mantener la jugosidad durante la cocción. Hay tres tipos de cortes cuando hablamos de costillas:
- Baby back ribs: son las más cortas y tienen más carne.
- St. Louis ribs: se cortan de una forma rectangular y uniforme para que sea más fácil cocinarlas y comerlas, ideales para principiantes.
- Spare ribs: son más grandes y largas, tienen más hueso y grasa que carne.
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Esta apetecida proteína se prepara con distintas técnicas y sabores, desde el clásico estilo estadounidense hasta los marinados exóticos de la cocina asiática. Hay algunas salsas que ya se han hecho famosas entre los amantes de las costillas:
- BBQ: salsa a base de tomate, vinagre, mostaza, miel, azúcar, cebolla, jugo de naranja, ajo y especias.
- Teriyaki: salsa japonesa a base de soja, vino mirín y azúcar.
- Miel y mostaza: una mezcla dulce y picante que realza el sabor de las costillas.
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— @DíaaDíaec (@DiaaDiaEc) August 21, 2024