Las costillas de cerdo, un manjar que se cocina a fuego lento

La suave y jugosa carne de las costillas de cerdo conquista paladares en todo el mundo. Tienen la mezcla perfecta entre hueso y carne. Aunque durante mucho tiempo fueron la parte más económica del animal y por lo tanto la menos apetecida, hoy se preparan de distintas maneras y con las más variadas salsas.

La preparación de esta famosa proteína está llena de secretos, que comienzan con el marinado; es ahí donde los sabores se impregnan en la carne. Luego viene la selección del tipo de cocción; muchos las prefieren fritas, pues el resultado es más crocante; también pueden ser asadas, a la parrilla y quizás la más popular, al horno de leña. Este es un proceso que requiere paciencia, pero el resultado es una comida llena de sabor y tradición.

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Tras largas horas de preparación, el resultado es irresistible. La cocción lenta permite que la carne se vuelva tierna y se despegue del hueso fácilmente. Dejarlas reposar fuera del horno durante unos minutos antes de cortarlas permitirá que los jugos se redistribuyan y la carne quede más jugosa.

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