Como si fuera un «déjà vu», los videos de políticos que reparten maletas cargadas de billetes regresaron a las primeras planas de la corrupción en México.
El Gobierno y la oposición han abierto una guerra de filtraciones en plena investigación de la trama Odebrecht.
El último episodio es un video filtrado a medios que muestra a Pío López Obrador, hermano del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, recibiendo dinero en un restaurante en 2015 por parte de David León, funcionario del actual Gobierno.
El mandatario ya vivió una serie de «videoescándalos» en 2004 cuando era alcalde de la capital mexicana. Esta vez salió al paso de la polémica y aseguró que los recursos recibidos por su hermano eran «aportaciones» voluntarias para la campaña electoral.
«Son aportaciones para fortalecer el movimiento en momentos en que la gente era la que apoyaba», afirmó en una conferencia de prensa.
Comparó la labor de su partido con la revolución mexicana, la cual «se financió con la cooperación del pueblo», dijo.
López Obrador dijo que este caso tiene «notorias diferencias» con la trama de sobornos de Odebrecht durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018).
Así, invitó a la oposición a presentar una denuncia para que se investigue el caso y el origen del dinero.
GUERRA MEDIÁTICA POR ODEBRECHT
Este video se filtra la misma semana en que apareció en redes otro video casero de 2013 que muestra una entrega de bolsas de dinero. El receptor de esas bolsas es un asesor del entonces senador Francisco Domínguez, actual gobernador de Querétaro por el opositor Partido Acción Nacional (PAN).
Esta entrega de dinero se vincula con el caso Odebrecht. El exdirector de Pemex Emilio Lozoya reveló que el Gobierno Peña Nieto, repartió sobornos a legisladores del PAN.
López Obrador ha pedido airear y publicitar al máximo este caso por lo que no duda que el vídeo de su hermano sea una respuesta de oposición.
«Es una reacción normal, legítima de quienes se están viendo afectados sus intereses por la decisión que tenemos de acabar con la corrupción en México», expresó el mandatario.
Lozoya, extraditado el mes pasado generó un gran terremoto político en México implicando a los expresidentes Peña Nieto, Felipe Calderón, y Carlos Salinas de Gortari.
Calderón, uno de los grandes rivales políticos de López Obrador, acusó al presidente de utilizar a Lozoya como «un instrumento de venganza y persecución política».