Pablo Dávila, coordinador del Comité para la Institucionalización, manifestó este martes que la corrupción en Ecuador es sistémica.
Al respecto, afirmó que hay que cambiar esa realidad basado en una solución estructural que involucre la educación y valores en todas las edades.
«Creo que cuando se habla de la corrupción institucionalizada, de una corrupción sistémica, da la medida del nivel del problema que estamos enfrentando. Requiere una serie de soluciones estructurales. No podemos solamente concentrarnos en las instituciones», afirmó Dávila.
«Indudablemente la solución de un problema de esta magnitud requiere hablar de otros temas fundamentales como educación, conciencia del Ecuador», indica Dávila.
Y agrega: «vocación absoluta y compromiso de respeto, con principios y valores que tienen que se difundidos entre los ciudadanos de diferentes edades», afirma Dávila.
La ciudadanía debe luchar contra la corrupción
Resalta que la ciudadanía juega un rol importante en la lucha contra la corrupción en Ecuador. «Si los ecuatorianos no trabajamos en solventar las consecuencias, estos casos se repetirán en el futuro», resalta Dávila.
Considera imprescindible que la gente empiece a sentir como la corrupción le afecta en su vida diaria. «Queda claro que no podemos confiar la solución de los problemas a los políticos y a la política. Es imprescindible que todos los actores reaccionemos ante esta pandemia real que es la corrupción».
«Es imprescindible que el sistema educativo, los líderes, autoridades empiecen a tomar esto como un problema e incluirlo en el currículum», afirma.
«La ciudadanía tenemos un rol fundamental. Llevamos más de un año impulsando una propuesta ciudadana. Si todos los ecuatorianos no colaboramos de alguna manera en solventar las consecuencias de la corrupción, penosamente estos casos van a repetirse en el futuro porque no estamos entendiendo la magnitud del problema que enfrenta el Ecuador», insistió.
Nos hemos acostumbrado a la pandemia del populismo
Considera que los ciudadanos se han acostumbrado y conformado con la situación de la corrupción en Ecuador. «Escuchamos noticias a diario que nos tienen hasta el hartazgo con los casos de corrupción».
Al respecto, resalta que el discurso populista tiene una gran llegada por las necesidades de la gente. «Hay muchas necesidades insatisfechas de la mayoría de ecuatorianos que no les permite tener cabeza para pensar en una serie de problemas estructurales de mediano y largo plazo».
«Es imprescindible que la gente empiece a sentir como la corrupción le afecta en su vida diaria». Así, resalta que si la gente viera cómo el dinero mal utilizado puede ayudarle a mejorar a diario, habría una reacción.
También resalta que todo el sistema democrático político está infestado de corrupción en Ecuador. «Penosamente el populismo es otra pandemia. No hemos sabido escoger a las autoridades para que nos gobiernen».
«Son tantas las necesidades de la gente que prácticamente tenemos la necesidad urgente de elegir a aquella persona capaz de solventar de la noche a la mañana los problemas sociales, pero eso no existe», resalta.
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