Tras la finalización de la Copa América, jugada en Brasil, se oficializó el dato que señala que se confirmaron 179 casos de COVID-19.
Este total de casos estuvieron relacionados con la organización y desarrollo del torneo como tal y reflejó un aumento de 13 casos positivos de COVID-19 con respecto al último reporte emitido hace 17 días, así lo informó el Ministerio de Salud de Brasil.
Esta cifra, que se podría considerar el número oficial de los casos surgidos por la organización de la Copa América, no considera la posibilidad de que se registren nuevos contagios entre las dos mil personas que tuvieron el privilegio de ver a Argentina consagrarse campeón de la Copa América en el Maracaná, tras la autorización de la presencia de público en el partido final.
“El bajo número de contagios certifica que la Copa América se realizó en Brasil con seguridad y no provocó un incremento de las cifras de COVID-19”, dijo el ministerio en un comunicado.
Según la agencia de información AP, los expertos afirmaron que Brasil podría experimentar un disparo en el aumento de casos de COVID-19 sobre los días finales de junio, pero esto no sucedió. Si bien hubo aumento de casos, pero no fue a niveles dramáticos, según los datos oficiales.
En un inicio la Copa estaba fijada para jugarse en sede compartida entre Colombia y Argentina, pero por la crisis social y la sanitaria, respectivamente, se decidió cambiar el lugar del torneo y hacerlo en tierras cariocas, una de las regiones más golpeadas por el coronavirus en América del Sur.