En Esmeraldas se realiza minería a pequeña y mediana escala legal e ilegal. Un equipo de Teleamazonas se desplegó a esta provincia y pudo constatar las consecuencias que estas prácticas tienen en la población.
En Selva Alegre, en el norte de Esmeraldas, por ejemplo, habitan alrededor de 2.000 personas. Gran Parte de esta población vive de la minería ilegal.
En esa comunidad, los cráteres gigantes que deja la búsqueda del oro afecta a los bosques verdes y los paisajes de Selva Alegre, en el norte de Esmeraldas.
Además, los ríos ya no lucen cristalinos. Ahora el agua es de color turquesa o café. Esa tonalidad la producen los químicos que usan los mineros para explotar el metal desde hace más de dos décadas.
La actividad minera ha contaminado tanto los ríos que casi no hay peces y la gente que consume el agua termina enfermándose. Una habitante de San José de Cayapas asegura que “el agua está contaminada por los mineros que entran a dañar el río”.
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Además de la contaminación, la minería ilegal provoca la deforestación de miles de hectáreas de bosques, pues talan los árboles para abrir pozos y buscar el oro.
Se estima que en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro, en el norte de Esmeraldas, más de 150.000 habitantes han sido afectados por las consecuencias de la minería ilegal. Ellos solicitan al Gobierno Nacional erradicar esta problemática y tener más oportunidades para mejorar su estilo de vida.
Por su parte, las Fuerzas Armadas realizan operaciones permanentes en este lugar, monitoreando la zona. Aseguran que trabajan con sus equipos tácticos para erradicar esta problemática que está afectando a los pobladores.
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