Los generadores de electricidad a diésel utilizados en Quito durante los apagones programados, que afectan al país desde septiembre del 2024, han provocado que casi se duplique la contaminación del aire en la capital.
De hecho, un estudio de la Universidad de las Américas (UDLA) ha concluido que «los niveles de monóxido de carbono (CO) casi se duplicaron en comparación con las condiciones normales, debido principalmente a la dependencia generalizada de los generadores diésel«.
Este informe también sostiene que «este aumento del uso de generadores también provocó un incremento del 38,8% de las concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2)».
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Además, otro hallazgo del grupo de Investigación en Biodiversidad, Medio Ambiente y Salud de la UDLA fue el aumento del dióxido de azufre (SO2), un gas altamente nocivo que incrementó su presencia hasta en un 180%, durante la crisis energética.
Según los investigadores la presencia de gases contaminantes superaron las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que implica «un riesgo para la salud respiratoria» de los habitantes.
Desde finales de 2023, Ecuador se ha visto obligado, en distintos periodos, a realizar cortes programados de electricidad. En octubre de este año, la crisis energética obligó al Gobierno a tener hasta 14 horas de suspensión del fluido eléctrico. EFE
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