Contagios globales de coronavirus superan los 20 millones

El número de casos de coronavirus confirmados en todo el mundo superó el martes los 20 millones, de los cuales más de la mitad están en Estados Unidos, India y Brasil, en momentos en que Rusia se convirtió en el primer país en aprobar una vacuna contra el virus.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que una de sus dos hijas adultas ya había recibido la vacuna aprobada, que describió como efectiva. “Ella se siente bien y tiene una gran cantidad de anticuerpos”, indicó el mandatario.

Rusia ha reportado más de 890.000 casos, el cuarto total más alto del mundo, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins que también mostró que el total de casos confirmados a nivel mundial supera los 20 millones.

Desde la aparición del coronavirus a finales del año pasado en una ciudad del centro de China, se necesitaron seis meses para que superar la barrera de los 10 millones de contagios, pero pasaron poco más de seis semanas más para que esa cifra se duplicara.

Un análisis de The Associated Press de los datos disponibles hasta el 9 de agosto mostró que, juntos, Estados Unidos, India y Brasil acumulaban casi dos tercios de todas las infecciones reportadas en el mundo desde que se alcanzaron los 15 millones de casos el 22 de julio.

Las autoridades de salud creen que la cifra real es mucho mayor que el conteo que realiza la Universidad Johns Hopkins, dadas las pocas pruebas de detección que se realizan y el hecho de que hasta el 40% de los infectados no presentan síntomas.

Como resultado, la carrera para desarrollar y administrar una vacuna ha encabezado la agenda geopolítica y de atención médica mundial, mientras Naciones Unidas ha advertido que cualquier vacuna debe ser segura y estar disponible para todos, no solo para los ricos.

Putin dijo que la vacuna rusa se sometió a las pruebas necesarias y que ofrece inmunidad duradera contra el coronavirus. Sin embargo, los científicos han advertido que apresurarse a comenzar a usar la vacuna antes de los ensayos de fase 3, que normalmente duran meses e involucran a miles de personas, podría ser contraproducente.

“El punto es no ser el primero en vacunar”, dijo el martes el secretario de Salud de Estados Unidos, Alex Azar, durante una visita a Taiwán cuando se le preguntó sobre la vacuna rusa. “El punto es tener una vacuna que sea segura y efectiva para los estadounidenses y todo el mundo”.

Estados Unidos tiene una media docena de posibles vacunas en desarrollo, China ha comenzado a aplicar una vacuna experimental y los países europeos tienen varios ensayos en curso.

El número de casos diarios sigue al alza en India, que alcanzó un promedio diario de 58.768 en una semana. En Estados Unidos, que tiene más de cinco millones de contagios, la media se ha reducido desde el 22 de julio, pero sigue siendo elevada, con 53.813 casos nuevos por día.

En los 45 días que pasaron hasta que las infecciones reportadas en todo el mundo alcanzaron los 20 millones, los decesos causados por el virus aumentaron a 736.191, desde 499.506, según los datos de la Universidad Johns Hopkins. Esto supone un promedio de más de 5.200 decesos diarios.

Alrededor de una quinta parte de las muertes reportadas, el equivalente a más de 163.000, ocurrieron en Estados Unidos, el país con más víctimas mortales por COVID-19, la enfermedad causada por el virus.

Los contagios siguen creciendo rápidamente en muchos otros países, incluyendo Indonesia y Japón.

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador, como sus homólogos de Brasil, Jair Bolsonaro, y Estados Unidos, Donald Trump, rara vez lleva mascarilla y se ha resistido a los pedidos para aplicar una cuarentena estricta. Sostiene que debe convencerse a los mexicanos para que guarden la distancia social, no obligarlos mediante la policía o multas.

Con cerca de 500.000 casos y más de 50.300 fallecidos, México ha tenido problemas con la forma de frenar los brotes dado que cerca de la mitad de su población trabaja en la economía informal y no tiene ayudas ni seguro de desempleo.

Una cuarentena total tendría un costo demasiado alto para la población con pocos ahorros y escasos ingresos diarios, dijo Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y el elegido por López Obrador para gestionar la respuesta a la pandemia. Según el funcionario, México no necesita una solución que, en términos sociales, sea más costosa que la enfermedad en sí.

La tasa de mortalidad relativamente alta de México es, en parte, consecuencia de que el país tenga una de las mayores tasas de obesidad y diabetes del mundo. También se han realizado pocas pruebas de detección, pero de las efectuadas, el 47% fueron positivos, lo que sugiere que solo se practican a personas gravemente enfermas. Esto ha obstaculizado el rastreo de contactos.

India confirmó 53.601 nuevos contagios el martes, mientras el número total de infecciones en la nación se acercaba a los 2,3 millones de personas. Su tasa de mortalidad reportada es del 2%, mucho más baja que la de Estados Unidos y Brasil.

Vietnam pasó de no haber registrado muertes confirmadas y de muy pocos casos de coronavirus a luchar contra nuevos brotes que surgieron en la ciudad costera de Danang.

Nueva Zelanda, que ha sido elogiada por controlar rápidamente el coronavirus, informó el martes de los primeros casos de transmisión local en el país luego de 102 días. La primera ministra Jacinda Ardern dijo que las autoridades registraron cuatro casos del coronavirus en un hogar de Auckland.

Mientras tanto, los brotes en China continental y el semiautónomo Hong Kong disminuyeron, y el número de nuevas infecciones comunitarias en China descendió a 13, todas en la región noroccidental de Xinjiang. Hong Kong reportó 69 casos nuevos.

En Japón, donde los brotes han aumentado mientras las autoridades instaban a la población a considerar las vacaciones estivales de este año como “especiales” y quedarse en casa, la tasa de positivos en Tokio, la región más afectada del país, ha aumentado aunque sigue en el 7%.

La pandemia se ha ralentizado y se vuelto a reactivar en muchas regiones. Gran Bretaña y España, por ejemplo, registran nuevos brotes tras haber sufrido la peor parte de la primera oleada que paralizó gran parte de Europa.