La Cámara de Representantes de Estados Unidos adoptó medidas para proteger el acceso al aborto en respuesta a un fallo de la Corte Suprema, dos textos que, salvo sorpresa, no pasarán el filtro del Senado.
«Hace apenas tres semanas, la Corte Suprema asestó un fuerte golpe a nuestros derechos fundamentales», denunció la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
«Por eso (…) vamos a tomar nuevas medidas para defender la libertad reproductiva de las mujeres», dijo poco antes de la votación.
Rodeada de congresistas vestidas de verde, el color de las manifestaciones proaborto.
El primero de los dos proyectos de ley, aprobado solo con los votos de los demócratas, legalizaría de nuevo el aborto en todo Estados Unidos.
El otro ofrecería protección a las mujeres que viajan de un estado estadounidense a otro para abortar.
Pero estos textos no tienen casi ninguna posibilidad de ser aprobados en el Senado, donde se necesitaría el apoyo de diez republicanos, en su mayoría opuestos al derecho al aborto.
Desde que la Corte Suprema anuló el derecho federal al aborto el 24 de junio, varios estados conservadores ya lo han prohibido en su territorio.
El presidente Joe Biden pide a los estadounidenses que voten por su partido en las elecciones legislativas de medio mandato de noviembre.
Esto, con la esperanza de ampliar la mayoría en el Senado.
Pero estas elecciones suelen beneficiar a la oposición y es muy posible que hagan perder a los demócratas su estrecha mayoría en el Congreso.