El Congreso estadounidense adoptó este miércoles un plan de ayuda social de unos 100.000 millones de dólares destinado a los trabajadores directamente afectados por las consecuencias del coronavirus, mientras los congresistas y la Casa Blanca negociaban un plan de estímulo económico que podría alcanzar los 1,3 billones de dólares.
El presidente estadounidense, Donald Trump, respalda el texto adoptado el miércoles por una mayoría aplastante en el Senado, de mayoría republicana, y debería por tanto ratificarlo rápidamente para que entre en vigor.