El 26 de octubre de 2005, hace casi 18 años, caducó la licencia del conductor del bus de la línea 83 que causó dos siniestros de tránsito en el suburbio de Guayaquil. Así lo muestra el registro de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).
Además, el hombre registra 10 citaciones pendientes, nueve anuladas y ha pagado 150 multas por diferentes infracciones, la mayoría de ellas por exceso de velocidad y que han sido impuestas mientras conducía diferentes buses en varios puntos del país.
La deuda total que el conductor tiene con la ANT es de 1 505,39 dólares por las multas pendientes. A esto se suma que la licencia con la que conducía el automotor ya no tiene puntos y es tipo C, cuando el requisito para el manejo de buses es el documento tipo D.
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Pero eso no es todo. La noche del domingo, cuando ocurrieron los dos siniestros, en menos de 15 minutos, el hombre conducía el autobús en estado etílico. Tras los exámenes correspondientes se determinó que tenía 0,11 gramos de alcohol en la sangre.
Según señala el artículo 385 del Código Integral Penal (COIP), un conductor de transporte público puede manejar con un nivel máximo de 0,1 gramos de alcohol por litro de sangre.
Luego de todo lo acontecido, el conductor, identificado como Gabriel Mauricio Palacios Castillo, recibió prisión preventiva y es investigado también por la muerte del motociclista al cual impactó tras irrespetar el disco de pare en las calles 34 y García Goyena.
El artículo 376 del COIP sanciona el delito de muerte causada por conductor en estado de embriaguez con pena privativa de la libertad de 10 a 12 años y la revocatoria definitiva de la licencia de conducir.
«En el caso del transporte público, además de la sanción prevista en el inciso anterior, el propietario del vehículo y la operadora de transporte serán solidariamente responsables por los daños civiles, sin perjuicio de las acciones administrativas que sean ejecutadas por parte del organismo de transporte competente sobre la operadora», dice la norma.
Los hechos
La noche del domingo 2 de julio, el hombre atropelló a un joven que se movilizaba en una moto en las calles 34 y García Goyena. Luego, en su intento de huir, chocó con un vehículo e hirió a dos personas más. Finalmente, llegó hasta las calles 19 y Argentina, donde se detuvo al caer en un enorme hueco.
En este lugar se realizan trabajos de alcantarillado desde hace casi un año. Por eso se encontraba el socavón en la calle. Según testigos, el conductor intentó escapar por la ventana, pero cayó de cabeza al hueco lleno de agua y casi se ahoga.
Los moradores, quienes desconocían lo sucedido en calles aledañas, le ayudaron a salir y le dieron los primeros auxilios. Segundos después, llegó al lugar un hombre que lo estaba persiguiendo y narró lo sucedido.
Ante ello, la multitud quiso golpearlo, pero agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) y de la Policía Nacional lo evitaron y lo llevaron ante la autoridad competente. El motociclista falleció en el lugar, mientras que las otras dos personas recibieron la atención médica correspondiente.
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