Una comunidad rural en el centro de Bolivia ingresó en aislamiento total luego de que se conociera que allí se enterró sin protocolos de seguridad a una víctima de coronavirus, lo que pone a sus habitantes en peligro de contagio.
Punata, de unos 20.000 habitantes y que se caracteriza por la producción de chicha, una bebida alcohólica propia de la región, se encuentra a 47 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, en el centro del país.
«A partir de este momento se va a aislar el municipio de Punata. Se cierran los mercados, se cierran las entidades financieras y entramos en una cuarentena estricta, mínimo de 15 días, porque al existir una manera irregular de enterrar a una persona con COVID-19, muchos estamos expuestos a ser contagiados», señaló la alcaldesa Clary Mabel Montaño a la prensa.
El entierro, que corresponde a la primera víctima de la COVID-19 en el departamento de Cochabamba, un poblador de 68 años, se realizó el viernes en el cementerio de Punata sin cumplir ninguna medida de bioseguridad.
Había sido internado en un hospital público por una enfermedad previa y dio negativo en la prueba rápida.
Después falleció y el hospital liberó el cadáver sin esperar el resultado de la prueba definitiva enviada al laboratorio en Santa Cruz, que resultó positiva para coronavirus.
Medio centenar de personas habría acudido a los actos fúnebres del fallecido.
Los protocolos establecen que los cadáveres deben ser introducidos en bolsas de seguridad y enterrados de inmediato sin presencia de familiares.
«Las autoridades nos enteramos después de que el paciente ha sido enterrado y nos enteramos por los medios, cuando el Ministro (de Salud, Aníbal Cruz) lo anunció», lamentó la alcaldesa.
El último reporte oficial señala que en Bolivia hay 183 casos de coronavirus confirmados y 11 fallecidos.
AFP